En la costa o en plenos Pirineos, los pueblos del sur de Francia se convierten en destinos que atraen a multitud de turistas. Estos albergan un encanto único gracias a su rico patrimonio cultural e histórico, a lo que se le suma su cercanía con España. Así, se convierten en opciones perfectas para una escapada de fin de semana donde poder descubrir todos sus rincones mágicos.
Uno de los pueblos más próximos a nuestras fronteras es la pequeña ciudad de Guéthary, un tesoro costero en el País Vasco francés. Se la conoce también como la Getaria francesa y es la villa más pequeña de la costa de Aquitania. Con una población de aproximadamente 1.300 habitantes, este pintoresco lugar ha logrado conservar su autenticidad, atrayendo tanto a locales como a turistas en busca de una experiencia auténtica y relajada.
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Un bonito pueblo pesquero
El origen de Guéthary se remonta a épocas romanas, pero fue durante el siglo XIX cuando el pueblo comenzó a desarrollar su identidad moderna. Inicialmente conocido como un puerto pesquero, especialmente de captura de ballenas y atunes, el desarrollo del ferrocarril en el siglo XIX lo transformó en un destino turístico para la aristocracia europea. Hoy en día, Guéthary combina su herencia marítima con un ambiente tranquilo y sofisticado.
El casco antiguo de Guéthary, con sus estrechas calles adoquinadas y casas de estilo vasco, ofrece una experiencia única. La arquitectura tradicional, caracterizada por fachadas blancas con detalles en rojo y verde, se complementa con jardines bien cuidados y balcones llenos de flores. Entre los edificios más destacados se encuentra la iglesia de Saint-Nicolas, del siglo XVI, que añade un toque histórico al recorrido por el pueblo. Este monumento se ubica en el punto más alto del pueblo y está rodeado por las terrazas del cementerio.
En su interior, se puede contemplar un coro y un altar en gran parte elevados, así como muy bellos retablos y estatuas del siglo XVII. A su vez, otra de sus construcciones más representativas es el ayuntamiento de Herriko Etxea, que se sitúa sobre una antigua pista de tenis. Construido en la primera mitad del siglo XX, el edificio presenta un estilo neovasco y destaca por su pórtico con columnas y dos arcos de medio punto adornados con cabezas vascas esculpidas. Este conjunto arquitectónico está incluido en la lista de monumentos históricos.
Senderismo y playas
Uno de los principales atractivos de Guéthary son sus playas. La Plage des Alcyons y la Plage de Parlementia son especialmente populares por sus olas, lo que las convierte en un paraíso para los surfistas. Además de ser lugares idóneos para practicar deportes acuáticos, estas playas ofrecen vistas espectaculares del océano Atlántico y son perfectas para relajarse al sol.
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A su vez, el entorno natural que rodea a Guéthary es otro de sus grandes atractivos. Las rutas de senderismo y ciclismo que atraviesan el paisaje costero permiten a los visitantes explorar acantilados, colinas y coloridos valles, ofreciendo panoramas impresionantes del mar y la montaña. Una de las rutas más populares es el Camino de la Costa, que forma parte del Camino de Santiago y ofrece una mezcla de desafíos físicos y recompensas visuales.
Por otro lado, el arte y la cultura también desempeñan un papel vital en la vida de la localidad. El museo Saraleguinea, ubicado en una villa del siglo XX que solía ser la residencia del escultor Georges Clément de Swiecinski, alberga una colección de arte y organiza exposiciones temporales que abordan diversos aspectos de la cultura vasca y la historia local. Además, el pueblo es frecuentemente sede de eventos culturales y festivales que celebran la música, la danza y las tradiciones vascas.
Cómo llegar
Desde San Sebastián, el viaje es de alrededor de 40 minutos por las vías AP-8 y A63 (hay peajes). Por su parte, desde Bayona el trayecto tiene una duración estimada de 25 minutos por las carreteras A63 y D810 (hay peajes).