La impresionante torre modernista protegida como Bien de Interés Cultural que está a la venta en Cataluña

De auténticos zulos de apenas 20 metros cuadrados a imponentes fortalezas con fincas a pie de playa. Los portales inmobiliarios tienen ofertas de todo tipo. Así, entre las más destacadas, la Torre o Casa de les Punxes, ubicada en la playa de Sant Pol, es probablemente una de las opciones más sorprendentes de estas páginas web.

La Torre de les Punxes es una finca modernista diseñada por el renombrado arquitecto Josep Goday, exponente de la corriente neobrunelleschiana. La construcción fue cimentada entre 1890 y 1912 y cuenta con 348 metros cuadrados construidos sobre un terreno de 4.894. Además, su localización es unos de sus mayores encantos. Y es que la torre está situada en primera línea de la playa de Sant Pol, en S’Agaró (Girona), ofreciendo una ubicación privilegiada y única. Actualmente, el edificio se encuentra cerrado y requiere una profunda reforma interior. No obstante, su exterior está catalogado como Bien de Interés Cultural.

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La Torre de les Punxes es sin duda una de las fincas más especiales de la Costa Brava. Así, la construcción consta de dos cuerpos, con el más grande coronado por nueve torres rematadas en punta. Del centro del edificio sobresale una torre central de mayor altura. Estos elementos arquitectónicos han hecho que el edificio sea conocido popularmente como el Xalet de les Punxes, Torre de les Punxes o Casa de les Punxes. Las torres, que le dan su nombre, fueron construidas en honor a los hijos del propietario.

La finca se compone de una planta baja y una planta superior, con una torre central más elevada y otras pequeñas torres alrededor, decoradas con trencadís blanco y azul. El acceso se realiza por un cuerpo lateral que comunica con el jardín y la vivienda. Uno de los elementos más destacados de esta finca son las molduras ornamentales de las ventanas, con decoración vegetal típicamente modernista.

La finca se encuentra en la zona donde comenzó la urbanización de la playa de Sant Pol a finales del siglo XIX. El propietario de la finca fue el primero en construir un edificio residencial en esta área, lo que refleja el veraneo señorial de principios del siglo pasado. Su precio de venta actual es de 5,3 millones de euros.

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La finca está a justo al pie de la playa de Sant Pol. Así, esta última se distingue por su arena fina dorada y, al igual que ocurre con la gran mayoría de playas de la Costa Brava, por unas aguas de azul turquesa con un fondo de piedras pero de fácil acceso. De hecho, la playa de Sant Pol cuenta con el distintivo de la bandera azul. El leve oleaje y la poca profundidad de sus aguas hacen de la playa un lugar idílico para familias con niños.