En el corazón del Parque Natural del Cabo de Gata-Níjar, entre playas, colinas y un paisaje increíble, se alza uno de los pueblos más singulares de Almería. Su legado minero es una de las joyas de esta región, pues todavía se puede apreciar sus construcciones e importancia patrimonial. Pero esto no es todo, pues rodeando a la localidad, la aridez propia de este enclave se entremezcla a la perfección con los paisajes costeros.
Estamos hablando de Rodalquilar, una pequeña pedanía perteneciente al municipio de Níjar, que cuenta con una historia rica y variada que se ha forjado a lo largo de los siglos. Situado en una ubicación privilegiada, este poblado ha sido testigo de épocas de florecimiento y decadencia, todo ello bajo el majestuoso paisaje desértico tan típico de Almería. Pero esto no es todo, pues cuenta con un rico patrimonio que se traduce en espacios como el antiguo poblado minero o el castillo de San Ramón, que se ubica en la playa de la localidad.
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La fiebre del oro
El legado minero de Rodalquilar es uno de sus aspectos más destacados. En el siglo XIX, la región se convirtió en un epicentro de la minería de oro, atrayendo a numerosos trabajadores y prospectores en busca de riqueza, tanto de empresas españolas, como europeas o americanas. Tal fue su explotación, que en tan solo dos años se extrajeron hasta 1.000 kilogramos de oro de uno de sus filones.
Sin embargo, esta fiebre del oro se extinguió a mediados del siglo XX, aunque los vestigios de esa época aún permanecen. Las minas, ahora abandonadas, se encuentran dispersas por todo el paisaje, ofreciendo una mirada fascinante a la pasada prosperidad de la zona. Estos restos mineros, junto con los hornos de calcinación y otras infraestructuras mineras, constituyen un patrimonio histórico de gran valor. Hoy en día, las minas de Rodalquilar se han integrado en el entorno natural, creando un paisaje único que atrae a turistas de todas partes del mundo.
De este modo, un paseo por el pueblo es la mejor forma de descubrir todos los secretos que atesora Rodalquilar. Entre casas modernas, restaurantes y establecimientos, se ubica la zona antigua del pueblo, donde se pueden apreciar los edificios históricos, así como la zona de excavaciones próxima al pueblo. La Casa de los Volcanes es uno de los espacios más llamativos de este lugar, ya que se enclava en la antigua sede de los obreros que habitaron el poblado.
Un jardín, una playa y un castillo
Uno de los mayores atractivos de la localidad es el Jardín Botánico El Albardinal, una iniciativa que busca preservar y exhibir la flora autóctona del Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar. Este espacio debe su nombre al albardín, una planta autóctona que es muy resistente al clima árido de Almería y que se parece al esparto. Gracias a sus senderos interpretativos y la información didáctica disponible, el jardín es un lugar ideal para aprender sobre la riqueza botánica del Cabo de Gata.
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Por otro lado, la costa que alberga Rodalquilar permite disfrutar de la playa de El Playazo, la cual está rodeada de montañas y formaciones de arena solidificadas, ofreciendo un entorno natural único. Con una extensión de aproximadamente 400 metros, se caracteriza por su arena fina y dorada. Sus aguas transparentes son ideales para la práctica del buceo y el esnórquel, permitiendo a los visitantes explorar con claridad el fondo marino.
Igualmente, sobre El Playazo se encuentra el castillo de San Ramón, una construcción del siglo XVIII declarada Bien de Interés Cultural. Ordenado por Carlos III, el castillo fue edificado para proteger la costa, rica en oro y plomo, de los ataques piratas. Aunque en manos privadas, su interior - compuesto por patios, salones y suites - puede ser visitado en horarios y días específicos. Desde hace varios años, la propiedad se encuentra en venta.
Cómo llegar
El viaje desde Almería es de alrededor 50 minutos por la carretera AL-4200. Por su parte, desde Murcia el trayecto tiene una duración estimada de 2 horas y 10 minutos por la vía A-7.