La comarca de La Garrotxa se caracteriza por su aspecto misterioso y su belleza especial. Esta región situada en Girona es una de las más especiales y espectaculares de toda Cataluña gracias a sus impresionantes paisajes únicos en el mundo. De hecho, gran parte de su belleza se debe al singular origen de sus tierras, pues el territorio se caracteriza por su origen volcánico, ya que cuenta con el impresionante Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa.
En este contexto son muchos los pueblos y pequeñas villas que se reparten por toda La Garrotxa, siendo Besalú uno de los más especiales. Esta joya medieval cuenta con un legado que se remonta a más de mil años de historia, ofreciendo a sus visitantes una cápsula del tiempo en la que pueden explorar el pasado gracias a su admirable conservación. Así, su casco histórico es uno de los más bonitos de Cataluña y permite disfrutar de un conjunto monumental único.
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Lo cierto es que todos sus encantos han convertido a la villa en escenario de películas y series de televisión tan exitosas como Juego de Tronos o El Perfume. Pero no solo eso, pues como viene siendo habitual cada mes, la revista National Geographic ha elegido Besalú como el pueblo más bonito para viajar en mayo.
Una de las juderías más impresionantes
El núcleo de Besalú es su impresionante puente románico, que data del siglo XI, aunque ha sido restaurado y reconstruido a lo largo de los siglos. Este puente, que cruza el río Fluvià, es la entrada principal al casco antiguo y simboliza la conexión de Besalú con su historia medieval. Con sus arcos de medio punto y la torre fortificada en el centro de sus más de 100 metros de largo, el puente no solo es un icono arquitectónico, sino también un mirador excepcional desde donde se pueden apreciar las vistas de la villa y su entorno natural.
Al adentrarse en las calles empedradas de Besalú, los visitantes se encuentran con un laberinto de edificios históricos que hablan de los diversos periodos que ha vivido la localidad. Y es que, la villa fue declarada Conjunto Histórico Nacional ya en 1966. De todos sus rincones, destaca su impresionante judería, la cual es una de las mejor conservadas de España. Su sinagoga fue documentada en 1264, cuyos restos de su muro se han encontrado en miqvé.
Se trata de un baño ritual judío del siglo XII que es uno de los pocos ejemplos de este tipo de construcciones que se conservan en Europa. “Están compuestos por una sala subterránea de estilo románico con una bóveda de cañón y una piscina rectangular con agua procedente del río donde se purificaban hombres y mujeres, pero también objetos”, explican desde el National Geographic. Este hallazgo puso de relieve la importancia de la comunidad judía en Besalú durante la Edad Media.
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Qué hacer en Besalú
Una vez vista la judería, el viajero se puede dirigir hacia la Plaza de la Libertad o Plaza Mayor. Este enclave permite disfrutar de numerosos edificios como la Casa de la Vila y el antiguo Palacio de la Curia. Este último, levantado en el siglo XIII, alberga en su interior un centro cultural. Igualmente, la iglesia de Sant Vicenç, del siglo XII, es otro de los monumentos destacados de Besalú. Representa la arquitectura románica en su máxima expresión, con una nave amplia sostenida por arcos de medio punto y rodeada de capillas laterales.
Sin embargo, todavía queda mucho para ofrecer, pues en la Plaza del Prat de Sant Pere, se ubica el centro del pueblo. Este espacio, repleto de tiendas, comercios y edificios históricos, es el centro neurálgico de Besalú. De todos los atractivos, el que más destaca es el Monasterio de Sant Pere, un templo fundado en el año 977 por el conde-obispo Miró III Bonfill. “Su estilo exterior sobrio, en el que solo destacan algunas alegorías animales del poder de la Iglesia, el bien y el mal, no hace pensar en lo que guarda dentro”, detalla el mismo medio.
El conjunto destaca por su iglesia de tres naves, con un transepto y tres ábsides semicirculares que conforman la cabecera. Igualmente, posee un campanario de torre cuadrangular, añadido en el siglo XII, que sobresale en el perfil arquitectónico del monasterio. Este campanario, con sus ventanas geminadas, no solo cumplía una función litúrgica, sino que también servía como punto de vigilancia. A su vez, en su interior, alberga capitales esculpidos y elementos decorativos que reflejan el arte románico en su esplendor.
Además de su riqueza arquitectónica, Besalú ofrece un entorno natural impresionante. Rodeado por las colinas y los paisajes verdes de La Garrotxa, el municipio se encuentra en una zona privilegiada para la práctica de actividades al aire libre como el senderismo, el ciclismo o la fotografía de paisajes. La relación de Besalú con su entorno natural ha sido fundamental en su desarrollo histórico, proporcionando recursos y fortificando su posición estratégica en Cataluña.
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Cómo llegar
Desde Girona, el viaje hasta Besalú es de alrededor de 35 minutos por la vía C-66. Por su parte, desde Figueres el trayecto tiene una duración estimada de 20 minutos por la carretera N-260.