España se caracteriza por su rico conjunto monumental. De norte a sur y de este a oeste se pueden encontrar auténticas joyas arquitectónicas que muestran el poder y reflejan la historia de nuestro país. De hecho, algunos de ellos son reconocidos mundialmente gracias a su estructura e importancia patrimonial. Este es el caso de monumentos como la Mezquita de Córdoba, la Sagrada Familia o la catedral de Sevilla. Tres construcciones que también reflejan la variedad de estilos que se puede disfrutar en el territorio español.
A este grupo selecto de monumentos también hay que sumar la imponente catedral de Burgos, una de las construcciones más emblemáticas del arte gótico, no solo de España sino del mundo. De hecho, su construcción tardó hasta cuatro siglos en finalizarse, lo que refleja en la rica variedad de estilos arquitectónicos que van desde el gótico primitivo hasta el gótico flamígero, pasando por el renacimiento y el barroco. Esto muestra la adaptación de la catedral a los cambios estilísticos y artísticos a lo largo de los siglos.
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Cuándo se construyó y de qué siglo es
El origen de la catedral de Burgos se puede situar hasta dos siglos antes de su construcción, cuando en el año 1080, Alfonso VI de Castilla propuso la construcción de una catedral románica en Burgos: la Iglesia Santa María de Burgos. En 1219, las históricas paredes de esta emblemática iglesia fueron testigos de un evento de gran importancia para el reino de Castilla.
En una ceremonia cargada de simbolismo y poder, el rey de Castilla, Fernando II, se casó con la princesa germana Beatriz de Suabia, hija del Emperador Federico II de Suabia Hohenstaufen del Sacro Imperio Romano Germánico. La construcción de la actual catedral no se iniciaría hasta el siglo XIII. En esta época, la ciudad ya fue reconocida como sede episcopal y se consolidó como un importante centro comercial al ser una parada fundamental en el Camino de Santiago.
Fue en ese momento, cuando el obispo Don Mauricio sugirió al rey Fernando III erigir una nueva catedral que reflejara las corrientes estilísticas predominantes en Europa, con el ambicioso objetivo de emular la majestuosidad de su contraparte parisina, la catedral de Notre Dame. Así, la catedral comenzó a construirse en el año 1221, dándose por terminada 40 años después, aunque a lo largo de los siglos ha sufrido remodelaciones y ampliaciones hasta el año 1765.
De qué estilo es la catedral de Burgos
Ante esto, es común preguntarse que estilos se pueden encontrar en la catedral de Burgos. Lo cierto es que el templo constituye una de las joyas góticas más imponentes de nuestro país, pero a lo largo de los siglos, ha ido sumando otros estilos que lo convierten en todo un tesoro arquitectónico. De esta forma, a través de sus monumentos y diferentes salas, la catedral sintetiza “las innovaciones artísticas de la Edad Media y el primer Renacimiento, que se completa con ejemplos destacados de la época barroca. En la arquitectura gótica se integran armónicamente importantes ampliaciones y modificaciones del siglo XVI”, detallan desde su página web.
En este sentido, lo primero que llama la atención de la catedral es su fachada principal, la cual es una obra maestra de la arquitectura gótica, con dos impresionantes torres agujas que se elevan hacia el cielo, dotándola de una majestuosidad y esbeltez únicas. El portal del Sarmental, al sur, y el de la Coronería, al norte, son también ejemplos destacados del arte gótico maduro y testimonios del esplendor artístico de la época.
En el interior, la Catedral de Burgos sorprende con su elevada nave central, flanqueada por capillas laterales donde se albergan auténticas joyas del arte y la historia. De todas sus capillas destaca la Capilla del Condestable, de estilo gótico isabelino, que alberga los sepulcros del Condestable de Castilla y su esposa. La capilla es un ícono del refinamiento artístico alcanzado en la catedral, con una impresionante bóveda estrellada y una decoración que demuestra la habilidad de los artesanos de la época.
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La catedral también es famosa por su Escalera Dorada, obra del arquitecto renacentista Diego de Siloé, que fusiona el estilo gótico con elementos renacentistas, creando un espectáculo visual de gran belleza. Su función era servir de acceso ceremonial al primer piso de la catedral desde el exterior, y su ejecución artística es de tal magnitud que se convierte en una obra de arte en sí misma.
El Cimborrio o lanterna gótica, situado sobre el crucero, añade un elemento distintivo al perfil de la catedral. Su estructura octogonal, adornada con filigranas y soportada por columnas escalonadas, permite la entrada de luz, creando un juego de iluminación que embellece aún más el interior del templo.
Quién está enterrado
Como ya se ha mencionado anteriormente, en la catedral de Burgos descansan los restos del Condestable de Castilla y su esposa. Esta figura es Pedro Fernández de Velasco, el cual desempeñó un papel crucial durante la transición entre las reinas Isabel la Católica y Juana la Loca, manteniéndose leal a la Corona y contribuyendo a la consolidación del poder real. Su influencia se extendió más allá de lo militar, jugando un papel importante en la corte y en la política de su tiempo.
Pero este no es el único personaje histórico cuyos restos se encuentra en el templo. Entre sus muros también se localiza la tumba del Cid Campeador, Rodrigo Díaz de Vivar, junto con los de su esposa Doña Jimena. Fueron colocados bajo el cimborrio, en la planta del mismo crucero. Su sepultura había estado hasta entonces en San Pedro de Cardeña, un monasterio ubicado a las afueras de Burgos.
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Cómo visitarla: horario y precios
A la hora de visitar la catedral es necesario conocer su horario de apertura, pues varía en función de la época del año en la que nos encontremos. Así, del 1 de noviembre al 18 de marzo es de 10:00 a 18:00 h (se permite permanecer en la catedral hasta las 19:00 horas) y del 19 de marzo al 31 de octubre es de 9:30 a 18:30 h (se permite permanecer en la catedral hasta las 19:30 horas).
En cuanto al precio, este es de 10 € para la tarifa general, 9 € para los grupos de hasta 10 personas y para los jubilados, y de 5 € para la entrada reducida. A su vez, la entrada es gratis para los menores de siete años y todos los martes por la tarde de 16:30 a 18:30 h
Cómo llegar a la catedral de Burgos
Desde Madrid, el viaje hasta Burgos es de alrededor de 2 horas y 40 minutos por la A-1. Por su parte, desde Logroño el trayecto tiene una duración estimada de 1 hora y 25 minutos por las vías AP-68 y AP-1 (hay peajes).