El tesoro oculto de Guadalajara perfecto para los amantes de la naturaleza: en él se rodó ‘El hombre y la tierra’

Entre 1974 y 1981 se emitió uno de los programas más icónicos de la televisión española. El hombre y la tierra cautivó a millones de personas gracias a su pasión, intensidad y emoción. Unos sentimientos conducidos por una de las figuras más carismáticas y queridas por aquel entonces: Félix Rodríguez de la Fuente. Este naturalista y divulgador ambientalista español fue un fiel defensor de la naturaleza de nuestro país y el cual, a través de sus programas en radio y televisión, puso en valor todo el ecosistema y biodiversidad que atesoran los paisajes españoles.

Tanto es así, que la mayoría de los capítulos de El hombre y la tierra se rodaron en territorio español. Parajes como las Tablas de Daimiel, Doñana o la sierra de Cazorla fueron algunos de los elegidos, pero hubo uno en especial que enamoró a Félix Rodríguez de la Fuente. Se trata del Parque Natural del Barranco del río Dulce, un paraíso natural protegido que se extiende a lo largo del río Dulce, abarcando los municipios de Sigüenza (La Cabrera y Pelegrina), Mandayona (Aragosa), Saúca (Jodra del Pinar), Torremocha del Campo, Mirabueno y Algora, en la provincia de Guadalajara.

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Este parque natural se caracteriza por su relieve escarpado, formando barrancos y hoces que son el resultado de la erosión fluvial realizada por las aguas del río Dulce a lo largo de los siglos en un proceso geológico relevante. Hace millones de años este espacio estuvo cubierto por mares, los cuales depositaron las calizas que a día de hoy se observan. “En el Terciario se produjo la fractura y plegamiento de estos sedimentos y más recientemente, en el Cuaternario, el río Dulce ha ido disolviendo las calizas y excavando el cañón actual que se manifiesta”, explican desde turismo de Castilla-La Mancha.

La geomorfología del área ha creado un paisaje único, donde se alternan los acantilados verticales, las cuevas y los valles, haciendo de este espacio un lugar privilegiado para la observación de aves rupícolas, como el buitre leonado, el halcón peregrino y el águila real. Además, gracias a los diferentes afluentes del río, se pueden apreciar diferentes cascadas estacionales.

Por su parte, la flora del parque se caracteriza por los bosques, los cuales son principalmente de encina y de quejigo, que contrastan con las áreas de matorral y los pastizales de las zonas más altas. Esta diversidad de hábitats contribuye a la riqueza ecológica del parque, favoreciendo la presencia de una amplia variedad de fauna. Además de las especies de aves antes mencionadas, el parque es hogar de mamíferos como el corzo, el zorro, y la nutria, esta última encontrándose en el río Dulce.

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La mejor forma de descubrir todos los rincones que esconde el Parque Natural del Barranco del río Dulce es a través de las diferentes rutas de senderismo que lo recorren. Estos permiten explorar el área a pie y disfrutar de sus paisajes, su flora y su fauna en todo su esplendor. Así, desde la web de turismo de Castilla-La Mancha recomiendan las siguientes rutas:

1. Ruta de Aragosa a Pelegrina. Es un sendero de 11 kilómetros de longitud que no entraña mucha dificultad y es recomendada para hacer en bicicleta.
2. Ruta de la Hoz de Pelegrina. Se trata de un recorrido circular que descubre el paraje más abrupto del parque, con “sus agujas, torres, ciudades encantadas, arcos de piedra, cascadas, etc.”, explican. Tiene una distancia de cuatro kilómetros y una dificultad baja-media.
3. De Sigüenza a Pelegrina por el quejigar. Desde el bonito pueblo de Sigüenza, este recorrido de 11,5 kilómetros permite adentrarse en el corazón del cañón del río Dulce siguiendo las indicaciones de la ruta del Quijote.
4. El sendero al mirador de Félix Rodríguez de la Fuente.

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La entrada al Parque Natural del Barranco del río Dulce es totalmente libre y gratuita, y se puede visitar prácticamente durante todo el año, aunque es recomendable acudir especialmente en primavera y otoño. Para llegar hasta él desde Guadalajara, el trayecto tiene una duración de alrededor de 50 minutos por la vía A-2. Por su parte, desde Madrid el viaje es de alrededor de 1 hora y 40 minutos por la misma vía.