En ocasiones, se torna incompresible como hace miles de años, las antiguas civilizaciones pudieron construir auténticas obras arquitectónicas que a día de hoy siguen sin explicación científica. Uno de los ejemplos más claros se encuentran en las pirámides de Guiza, pero a lo largo del planeta se pueden encontrar otros monumentos que asombran al mundo gracias a su majestuosidad y arquitectura única. Estos han sobrevivido al paso del tiempo para que, a día de hoy, todavía sigan siendo objeto de estudio y fascinación.
Uno de estos monumentos es el imponente monasterio de Kailasa, un templo ancestral ubicado en la región de Maharashtra, en la India. Su construcción asienta una hazaña arquitectónica sin precedentes en la antigüedad, pues se encuentra excavado en la roca viva. Esto lo convierte en un monumento único en el mundo que forma parte de un conjunto mayor conocido como las cuevas de Ellora. Este espacio alberga hasta 34 monasterios de las mismas características que son unos de los conjuntos monumentales más importantes de la humanidad.
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Tanto es así, que está declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, destacándolo como un ejemplo sobresaliente de la tradición rupestre hindú. Las cuevas de Ellora cuenta con templos y monasterios pertenecientes a tres de las grandes religiones del subcontinente: hinduismo, budismo y jainismo.
Un origen incierto
El origen del monasterio de Kailasa es incierto, pero se cree que pudo haber sido construido bajo el reinado de Krishna I de Rachtrakuta, en el siglo VIII. Este desconcierto ha hecho que alrededor del templo se hayan creado ciertas leyendas acerca de su creación. Una de ellas cuenta que un rey se encontraba en un estado crítico de salud, lo que llevó a su esposa, la reina, a buscar consuelo y ayuda en lo divino.
En un acto de profunda fe y desesperación, la reina dirigió sus plegarias al dios Shiva. La súplica de la reina no fue solo un ruego por la recuperación de la salud del rey, sino también una promesa: la construcción de un templo dedicado a Shiva como muestra de gratitud y devoción. Además, comprometió un ayuno riguroso, que se extendería hasta que se finalizara la construcción de la cubierta del templo, simbolizando su sacrificio y dedicación.
Un ejemplo único en el mundo
El templo Kailasa es notable no solo por su compleja y detallada arquitectura, sino también por ser la estructura monolítica más grande excavada en la roca en el mundo. A diferencia de otros templos que se construyen de abajo hacia arriba, este fue tallado a partir de una sola roca, comenzando desde la parte superior hacia abajo. Esta técnica requería una planificación y precisión sin igual, lo que lo convierte en una maravilla arquitectónica.
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El diseño del templo está inspirado en el Monte Kailash, el hogar mítico del dios Shiva en las tradiciones hindúes. El complejo del templo ocupa una extensión de aproximadamente 42 metros de altura, 30 metros de ancho y 60 metros de largo. Está compuesto por varias cámaras, patios, pilares tallados y figuras de divinidades, animales y motivos mitológicos, qué juntos narran historias de los textos sagrados hindúes. De hecho, se puede apreciar una combinación muy peculiar en la decoración, ya que a lo largo de los siglos, cada dinastía ha ido aportando sus gustos y preferencias.
Una de las características más destacadas del templo es su verticalidad, que se logra a través de la talla directa en la roca, creando un efecto visual de altura y majestuosidad. Además, las esculturas y los relieves que adornan el templo son de una calidad artística excepcional, lo que refleja el alto nivel de habilidad y creatividad de los artesanos de la época.