El pueblo cántabro que es uno de los más bonitos de España y fue capital del país

Escondida entre la frondosidad de su paisaje, cobijada por las localidades de San Vicente de la Barquera y Santillana del Mar y alzada sobre unas colinas con vistas al Cantábrico. Comillas es reconocida por su singularidad y belleza. Tanto es así, que en este 2024 ha sido integrada en la lista de los pueblos más destacados de la Asociación de los pueblos más bonitos de España, hoy formada por 116 municipios.

Así, el carácter aristocrático de sus construcciones, sus prolongas cuestas, su aroma único y su imponente patrimonio la han hecho alzar el título de conjunto histórico artístico desde 1985. Son muchos los artistas que han participado en el desarrollo de lo que es hoy la villa de Comillas. Sin embargo, al ser reconocida por su naturaleza modernista, son las huellas de artistas como Lluís Domènech i Montaner, Joan Martorell y Gaudí las que destacan de entre todos los artífices.

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Esta pequeña localidad española, que apenas supera los 200 habitantes, llegó a convertirse en la capital del país. El 5 de septiembre de 1881, tras la determinación del monarca Alfonso XII y en el transcurso de una sesión del Consejo de Ministros en la villa, Comillas se convirtió en la capital de España por un día. En esta histórica reunión estuvieron presentes el propio Rey, el presidente del Consejo, Sagasta, y los generales Pavía y Martínez Campos.

Pero esta no es la única distinción del pueblo, también fue el primer municipio español en contar con alumbrado eléctrico, gracias a la patente registrada en 1879 por Thomas Edison.

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El arte, la historia y la naturaleza son parte de esta localidad. Así, parece que todo se fusiona en un único espacio. Por ello, a continuación se presentará un listado de los lugares que son de visita obligada en la villa de Comillas:

• El capricho de Gaudí: Antonio Gaudí sólo hizo tres obras fuera de su tierra natal, y una de ellas se encuentra en Comillas. El renombrado arquitecto, conocido por sus innovadoras creaciones, llegó a este pueblo cántabro para colaborar con Joan Martorell en la edificación del Palacio de Sobrellano. Sin embargo, su talento pronto atrajo la atención de Máximo Díaz de Quijano, quien le encomendó la creación de una residencia de verano. Esto se convirtió en un edificio modernista con influencias orientales y una profusión de detalles ornamentales.
• La mansión del Duque de Almodóvar del Río: fue un encargo que realizaron los duques en 1896 y que tardó casi 15 años en construirse. Sus paredes mezclan lo rústico y lo gótico.
• Palacio de Sobrellano: Por encargo de Antonio López y López, primer Marqués de Comillas, Joan Martorell erigió en 1888 este imponente edificio de estilo neogótico con influencias venecianas. El interior del palacio está elegantemente decorado con mobiliario diseñado por Antonio Gaudí y obras pictóricas de Eduard Llorens, mientras que en su patio exterior destacan las esculturas del talentoso Joan Roig. Junto al palacio se alza una encantadora capilla-panteón, formando un complejo arquitectónico que evoca el estilo de las villas palladianas en la región italiana del Véneto.