Portugal emerge como uno de los principales destinos para los amantes de la naturaleza, ofreciendo una diversidad de paisajes que cautivan a sus visitantes. El territorio portugués, caracterizado por su variada geografía, invita a explorar desde escarpadas laderas y amplios valles hasta majestuosas cascadas y densos bosques. Esta riqueza natural posiciona al país luso como un destino predilecto para el senderismo, actividad que se ve favorecida por la extensa red de rutas disponibles que atraviesan el país, permitiendo a los viajeros descubrir sus secretos más ocultos.
Algunas de ellas son mundialmente conocidas gracias a su espectacularidad y singularidad, pues en su mayoría trascurren por vertiginosas pasarelas de madera. En este sentido, apenas a una hora de la ciudad de Oporto, las Pasarelas de Paiva (Passadiços do Paiva) se alzan como uno de los senderos más impresionantes del planeta gracias al espectacular paisaje que recorre, siguiendo el curso del río Paiva, en el geoparque de Arouca, reconocido por la UNESCO.
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Pero este no es el único reconocimiento que ha obtenido, pues durante cuatro años consecutivos (2016-2019) esta ruta ha sido la ganadora de los premios World Travel Awards. Esto no es para menos, ya que a lo largo del sendero el viajero puede descubrir impresionantes formaciones rocosas, cascadas y un puente que es de los más largos del mundo.
Dos puntos de partida
Las Pasarelas de Pavia se inauguraron en el año 2015, y desde ese momento ha llamado la intención de millones de turistas de todo el mundo. De todos sus atractivos destaca uno en particular, el Puente de Arouca. Inaugurado en 2021, se trata de uno de los puentes peatonales suspendidos más largos del mundo gracias a sus 516 metros de longitud. Esta maravilla arquitectónica se encuentra además suspendida a 175 metros de altura, lo que la convierte en un espacio solo para los más valientes.
El viajero debe conocer que esta ruta se puede realizar desde dos puntos de partida: Espiunca o Areinho. Cabe destacar que la ruta no difiere en nada si se comienza en una localización u otra, ya que ambas permiten disfrutar de los mismos atractivos. Al ser un sendero lineal, tan solo se invierte el orden en el que van apareciendo. De este modo, el recorrido tiene una longitud de alrededor de ocho kilómetros y una dificultad alta, pues cerca de Areinho se ubica un tramo de escaleras que alberga cerca de 500 escalones.
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Igualmente, para aquellos que deseen comenzar y finalizar en el mismo punto, deben saber que el itinerario asciende hasta los 16 kilómetros. Por el contrario, los que hagan la ruta con normalidad deben saber que pueden volver al punto de inicio en uno de los numerosos taxis turísticos que se encuentran en la zona.
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Un puente colgante, cascadas y playas
A lo largo de 2 horas y 30 minutos, el viajero puede disfrutar de un paraje natural de una belleza incalculable. Este sorprende con todos sus rincones mágicos en los que disfrutar de una experiencia única de inmersión en la naturaleza, con vistas extraordinarias de valles, cascadas y una variedad de flora y fauna autóctonas. Este sendero de madera atraviesa uno de los tramos más prístinos y hermosos del río Paiva, introduciendo a los turistas en paisajes que varían desde zonas rocosas hasta densos bosques.
Así, se pueden contemplar monumentos naturales tan especiales como la garganta de Paiva, la playa fluvial de Vau, la cascada das Aguieras, la gola do Salto o la falha de Espiunca. Por no hablar de construcciones como el puente de Alvarenga, el castillo de Carvalhais y el mencionado puente de Arouca. Sin embargo, hay que señalar que para hacer este sendero y al puente colgante es necesario reservar y pagar una entrada. Esta es de 12 € para los adultos y 10 € para los niños a partir de seis años.