Una de las rutas más bonitas del País Vasco es perfecta para hacer con niños y tiene el agua como protagonista

A caballo entre Álava y La Rioja, la localidad de Zambrana emerge como uno de los destinos naturales más singulares del País Vasco. Este municipio está formado por un conjunto de poblaciones o pedanías de las que destaca Berganzo. Esta pequeña localidad muestra un paisaje natural que maravilla a cualquiera que se acerque, pues el paso del río Inglares por ella la divide en dos barrios. Este curso es el principal protagonista de la zona, pues cuenta con un sendero que lo recorre y muestra todos sus secretos.

Este recorrido es conocido como la ruta del Agua de Berganzo. Se trata de un sendero que cautiva al visitante gracias a su belleza natural, en el que se puede disfrutar de un entorno boscoso plagado de cascadas y diferentes formaciones. Su longitud es de alrededor de 10 kilómetros en sentido circular y es apto para todo tipo de públicos. Tanto es así, que es ideal para hacer en compañía de la familia y amigos y un buen plan para que los más pequeños de la casa disfruten al máximo.

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El punto de partida del sendero es la misma localidad de Berganzo y durante todo el recorrido el río Inglares es el acompañante más fiel. A medida que se camina por la senda, el visitante se adentra en un entorno principalmente boscoso en el que numerosas pozas y cascadas sorprenden a su paso. Sin embargo, el mayor atractivo de la travesía se encuentra en la cascada de Las Herrerías, una joya natural que da lugar a un impresionante espectáculo visual, gracias a que el agua se encauza en lo alto del salto, discurriendo por toda la ladera del monte.

Una vez vista la cascada, el regreso se realiza por el otro lado del río, donde se encuentra la central hidroeléctrica de Berganzo. Desde este lugar, tan solo queda volver de nuevo al punto de partida. La mejor época para disfrutar de este paraje es la primavera o después de periodos de lluvia, ya que es cuando la cascada presenta un mayor caudal. Sin embargo, el encanto del lugar perdura durante todo el año, con cada estación brindando una perspectiva diferente del paisaje.

Berganzo se localiza en Añana, una comarca conocida por su diversidad de paisajes y destinos de interés turístico y que alberga algunas de las joyas más preciadas de la región vasca, como el Valle Salado de Añana, uno de los emblemas más significativos de este enclave. El Valle Salado, ubicado en el término municipal de Salinas de Añana, constituye un majestuoso espejo del ingenio humano en armonía con la naturaleza.

Este paisaje, articulado por cientos de salinas, pozos y canales, se erige sobre una tradición milenaria dedicada a la extracción artesanal de sal a partir de la salmuera. Su singular belleza y la importancia cultural que reviste lo consolidan como un destino imprescindible para el turismo, no solo dentro de Álava sino en el contexto nacional e internacional.

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Muy cerca de Berganzo, otro sitio de considerable atracción turística es el castillo de Portilla, un testimonio viviente de la historia medieval de la región. Posicionado en una cresta rocosa frente al barranco del Hoyo del Monte, los restos de esta fortificación, que datan de casi 1.000 años de antigüedad, dominan el paisaje circundante. Este castillo, que además forma parte del escudo de Álava, ofrece desde su ubicación estratégica unas vistas impresionantes sobre los alrededores, convirtiéndose en un punto de interés tanto para amantes de la historia como para aquellos en busca de panorámicas excepcionales.

Desde Vitoria, el viaje es de alrededor de 35 minutos por la carretera A-1. Por su parte, desde Logroño el trayecto tiene una duración estimada de 50 minutos por las vías N-232a y A-2124.