Por qué no puede haber dos Mickey Mouse a la vez en los parques de Disney

Cada detalle cuenta para que la experiencia sea perfecta

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 Mickey Mouse saluda a los visitantes (AP)
Mickey Mouse saluda a los visitantes (AP)

El Disneyland original abrió sus puertas en Anaheim, California, en julio de 1955, marcando un hito en la historia de los parques temáticos. Esta inauguración dio paso a la creación de Disney World en Orlando, Florida, en 1971, seguido por otros parques alrededor del mundo, incluyendo París, Tokio y Hong Kong. Los parques de Disney se han posicionado como destinos soñados para generaciones enteras que crecieron inmersas en las historias de sus emblemáticos personajes. El éxito de estos parques no es casualidad, sino el resultado del trabajo duro de miles de personas dedicadas a ofrecer una experiencia inolvidable a cada visitante.

Hoy en día los parques temáticos de Disney aportan más que sus películas. Un informe publicado por la compañía muestra que el gigante del entretenimiento obtuvo 7.905 millones de dólares en ganancias provenientes de los complejos recreativos e infraestructura hotelera.

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Compromiso por preservar la magia

Detrás de la magia y el encanto que caracterizan a los parques de Disney, existe una enorme infraestructura operativa y una estrategia de negocios cuidadosamente diseñada para mantener el sueño vivo. Desde sus inicios, el objetivo ha residido en crear un ambiente en el que la fantasía consiga convertirse en realidad. Por ello, el compromiso por preservar la calidad y la magia es evidente en cada detalle, desde la arquitectura hasta las atracciones, pasando por el servicio al cliente.

Si hay algo que hace singular a Disney son sus personajes, que son mucho más que actores en un traje. Estos entrañables seres se pasean por el parque, se acercan a los turistas, se hacen fotos y se convierten en una parte esencial de su viaje.

Regla del uno

 Mickey y Minnie Mouse en un desfile (EFE)
Mickey y Minnie Mouse en un desfile (EFE)

Tan celosos son del cuidado de los detalles que en todos sus complejos de atracciones predomina la “Regla del Uno” (The Rule of One). Bajo la premisa de que los niños cumplan al completo su fantasía y no dejen de creer que estos personajes son reales, nunca podrán coincidir dos Mickey Mouse al mismo tiempo en un espacio.

Los icónicos personajes de Disney han perfeccionado el arte de estar presentes en múltiples puntos de sus parques temáticos, creando momentos mágicos para los visitantes sin romper la ilusión de su exclusividad. A través de una planificación meticulosa y una precisa coordinación detrás de escena, estos amados personajes logran interactuar con los invitados, participar en espectáculos y ofrecer abrazos, asegurándose de que nunca se vean duplicados durante la experiencia de un visitante.

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Un organigrama complejo

Los movimientos que a nuestro parecer resultan improvisados, forman parte de un complejo organigrama que estos actores deben seguir de manera estricta. Algunos de los personajes sólo están en determinadas localizaciones y otros, en cambio, van rotando. Estos cambios requieren una especial atención, ya que, los protagonistas según la ubicación del parque en la que se encuentren visten trajes diferentes.

En el caso de Mickey, se desconoce el número exacto de actores que lo interpretan, no obstante, algunas informaciones apuntan a que podría haber hasta en 16 lugares diferentes del parque. Para la preservación de su autenticidad los intérpretes, deben dominar no sólo los gestos y la voz del icónico personaje, sino también las frases específicas que pueden decir en su encuentro con los más pequeños.

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