Fue a finales del siglo XIX cuando Bram Stoker dio vida desde sus letras al personaje del Conde Drácula. Durante más de dos siglos, su figura ha cautivado a generaciones de lectores de todos los rincones del mundo.
En este sentido, el Conde Drácula se alza como símbolo de la eterna lucha entre la luz y las sombras, el deseo y la redención. Su legado perdura en el imaginario colectivo y su esencia se expande a través de los muros del castillo de Bran, también conocido como castillo del conde Drácula.
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Enclavado entre las imponentes montañas de Bucegi y Piatra Craiului, a unos treinta kilómetros de Brasov, se erige el Castillo de Bran, una imponente fortaleza medieval que evoca épocas pasadas en Rumania. Su ubicación estratégica en la antigua frontera entre Transilvania y Valaquia lo convierte en un punto de interés histórico de la región. Cada año, cientos de turistas se acercan a este paraje atraídos por la creencia popular que lo vincula como la residencia ancestral de un antiguo emperador que inspiró a la figura de Drácula.
Con todo ello, el Castillo de Bran destaca por su antigüedad, por su valor arquitectónico y por su asociación con este célebre personaje literario. No obstante, y a pesar de su imponente apariencia fortificada, la historia militar del Castillo de Bran es modesta. De hecho, han sido muy pocos los enfrentamientos de los que ha sido testigo. Su importancia se manifestó principalmente durante las décadas de 1920 y 1930, cuando fue la residencia de verano de la reina María de Rumania.
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Cuál es la historia del Castillo de Bran
Erigido en el siglo XIV por los sajones de Brasov, el Castillo de Bran se alzó como bastión defensivo contra las incursiones turcas. Así, estos enfrentamientos se convirtieron en una verdadera pesadilla para Vlad Tepes.
Tras el convulso escenario de la Primera Guerra Mundial, Transilvania dejó de ser parte de Hungría, aunque las reclamaciones húngaras persisten hasta el día de hoy. A partir de 1920, este imponente castillo se convirtió en la residencia de la reina María y en un destino de vacaciones para la Casa Real hasta el año de la abdicación de Miguel I en 1947.
Con la llegada del régimen comunista, el Castillo de Bran, como muchas otras propiedades, fue confiscado y transformado en museo en 1957. Durante seis décadas, estuvo bajo el control de diversos gobiernos. No obstante, en 2006, la propiedad fue devuelta a uno de los nietos de la reina María. Después de deliberar sobre su posible venta, la familia optó por conservarla y abrir sus puertas al público. Actualmente, el castillo, renovado y transformado en museo, presenta un interior que poco tiene que ver con la leyenda de Drácula.
Cuándo visitar el Castillo de Conde Drácula
El Castillo de Bran se puede visitar durante todas las épocas del año en un horario de 09:00 a 18:00 horas de martes a domingo y de 12 a 18 horas los lunes. En los meses de invierno la hora de cierre se adelanta a las 16 horas.