El monasterio fundado en el siglo X que es considerado la cuna del Reino de Aragón y se incrusta bajo la montaña

En Huesca, conformando uno de los lugares más impresionantes de España, se ubica una de las joyas arquitectónicas más singulares de la región. Durante más de mil años, la sierra de San Juan de la Peña ha sido testigo de la historia de este monumento, la cual lo ha convertido en todo un emblema medieval. Así, el Real Monasterio de San Juan de la Peña se alza como un tesoro que conjuga el arte mozárabe, románico y gótico, a la vez que sorprende con su ubicación, pues se incrusta en la roca viva, bajo las faldas de la sierra de San Juan de la Peña.

Este paraje natural es el que le confiere el nombre, pero también se le conoce con otro, pues es considerado la cuna del Reino de Aragón. Así, ha jugado un papel crucial en la historia de la región. Según la historiografía, fue fundado en el siglo X para ser refugio de monjes que huían de la invasión musulmana y, con el paso de los siglos, se convirtió en un importante centro de espiritualidad y poder, llegando a albergar la tumba de reyes y nobles aragoneses.

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Tras su fundación a principio del siglo X como refugio para las comunidades cristianas, el edificio original fue destruido a finales del mismo siglo. De este modo, en el siglo XI fue refundado por orden de Sancho el Mayor de Navarra. A partir de este momento, la construcción comenzó a prosperar gracias a la dotación de numerosos bienes por parte de los reyes de Aragón. Esto también le confirió un gran poder en influencia en la comarca.

Todo ello ha llegado a nuestros días en un estado de conservación excelente que permite disfrutar de verdaderas joyas artísticas e históricas. Así, el complejo monástico se compone de dos partes principales: el monasterio viejo y el monasterio nuevo. El monasterio viejo, del siglo XI, destaca por su iglesia prerrománica de planta mozárabe y el claustro románico, que es considerado uno de los más antiguos y bellos ejemplos del arte románico en España.

A esto hay que sumar las pinturas de San Cosme y San Damián, del siglo XII; el denominado Panteón de Nobles, la iglesia superior, consagrada en 1094, y la capilla gótica de San Victorián. Además, hay que reseñar otros edificios construidos en siglos posteriores, como el Panteón Real, de estilo neoclásico, erigido en el último tercio del siglo XVIII. Por otro lado, el monasterio nuevo, edificado a partir del siglo XVII, se erige con una arquitectura más moderna y ha tenido diversas funcionalidades a lo largo del tiempo.

Entre sus muros acoge el Centro de Interpretación del Reino de Aragón (CIRA), un espacio interactivo integrado en el que se combina la trascendencia de este espacio con la modernidad del siglo XXI. Además de su valor arquitectónico e histórico, el Real Monasterio de San Juan de la Peña es hogar de una serie de leyendas y mitos, entre ellos, la leyenda del Santo Grial. Se dice que el cáliz sagrado estuvo oculto en este lugar durante siglos, añadiendo un aura de misterio y atractivo a su ya de por sí rica historia.

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Para visitarlo, es necesario tener en cuenta su horario de apertura, el cual es el siguiente:

• Del 16 de marzo al 31 de mayo. Monasterio Viejo: de 10:00 a 14:00 h y de 15:30 a 19:00 h. Monasterio Nuevo: de 10:00 a 19:00 h. Iglesia de Sta. Mª (Sta. Cruz de la Serós): de 10:00 a 14:00 h y de 15:30 a 19:00 h.
• Del 1 de junio al 31 de agosto. Monasterio Viejo: de 10:00 a 14:00 h y de 15:00 a 20:00 h. Monasterio Nuevo: de 10:00 a 20:00 h. Iglesia de Sta. Mª (Sta. Cruz de la Serós): de 10:00 a 14:00 h y de 15:00 a 20:00 h.
• Del 1 de septiembre al 31 de octubre. Monasterio Viejo: de 10:00 a 14:00 h y de 15:30 a 19:00 h. Monasterio Nuevo: de 10:00 a 19:00 h. Iglesia de Sta. Mª (Sta. Cruz de la Serós): de 10:00 a 14:00 h y de 15:30 a 19:00 h.
• Del 1 de noviembre al 15 de marzo. Sábados: de 10:00 a 17:00 h. De lunes a viernes y domingos: de 10:00 a 14:00 h.

Por su parte, el precio de la entrada es de 12 € la tarifa normal, de 7,50 € la reducida y para los menores de 6 años es gratuita.

Desde Huesca, el viaje es de alrededor de 1 hora y 20 minutos por la vía A-23. Por su parte, desde Pamplona el trayecto tiene una duración estimada de 1 hora y 30 minutos por la A-21, la antigua carretera a Jaca y la N-240.