Ubicada en el corazón del Camino de Santiago, en la provincia de Palencia, la Iglesia de San Martín de Frómista está fechada en la segunda mitad del siglo XI. Su construcción fue un encargo de doña Mayor de Castilla, consorte de Sancho el Mayor, monarca de Navarra. Originalmente, formaba parte del monasterio de San Martín. Sin embargo, de este ya no quedan rastros.
Así, esta construcción ha sido considerada el prototipo del arte románico español junto a la basílica de San Isidoro de León, la Catedral de San Juan de Jaca y la Catedral de Santiago de Compostela (que mezcla el románico con gótico y barroco). Y lo que es más, son muchos los manuales de historia del arte los que la consideran el paradigma del arte románico europeo.
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De la ruina a la restauración: el caso de San Martín de Frómista
Con el transcurso de los años, diversos añadidos se integraron a la estructura original románica de la nave, creando un peculiar collage con elementos góticos. Sin embargo, hacia 1874, el estado de deterioro del edificio alcanzó tal magnitud que se vio obligado a cerrarse al culto.
Desde entonces, la edificación pasó a estar en un estado de ruina. Sus muros desordenados evocaban la imagen de un granero viejo y feo, habitado por aves campesinas y amenazado por un posible derrumbe. Este desastre fue enfrentado con un exhaustivo proceso de restauración, que más que una mera renovación, puso fin a la crónica de una muerte anunciada. Las labores de reconstrucción se iniciaron después de que en el año 1894 la iglesia fuese declarada Monumento Nacional.
La restauración fue encomendada al arquitecto Manuel Aníbal Álvarez Amoroso, quien decidió restaurar el templo a su estado original, eliminando los agregados posteriores. Los capiteles y canecillos más dañados fueron trasladados al Museo Arqueológico de Palencia y se reemplazaron por réplicas. Tras un largo proceso, estas tareas concluyeron en 1904, marcando la reapertura definitiva del templo al público.
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De esta forma, aunque la estampa actual difiera notablemente de la original, la estructura aún conserva su esencia románica. El estado en que se encontraba la iglesia a finales del siglo XIX evidencia la magnitud del desafío de reconstruir lo que estaba al borde de la ruina, un logro admirable que trasciende las controversias para convertirse en un ejemplo destacado de restauración arquitectónica.
Cuándo visitar la iglesia de San Martín de Frómista
La iglesia tiene cuatro entradas, una en cada una de sus fachadas, aunque sólo dos permanecen útiles: la de la fachada principal, la más ricamente adornada de todas, y la de la portada sur (actual puerta de entrada al público). La puerta de la fachada norte está tapiada.
Así bien, la iglesia de San Martín de Frómista es un destino obligatorio para los peregrinos y peregrinas. Se encuentra en la etapa Hontanas - Frómista del Camino Francés y se puede visitar todos los días de lunes a domingo en un horario de 10.00 a 14.00 horas y de 15.30 a 18.30 horas.