La catedral española que es Monumento Nacional, pero también una de las construcciones más olvidadas del país

Cuando se habla sobre las catedrales más impresionantes de España, la de Santa Tecla en Tarragona rara vez se nombra entre las diez más reconocidas, según detalla National Geographic, que la ha catalogado como una de las construcciones más subestimadas de la arquitectura española.

Ahora bien, la monumentalidad de la iglesia, construida sobre las ruinas del templo romano dedicado al emperador Augusto, se intuye desde la propia calle mayor de Tarragona. De hecho, fue una de las catedrales románicas más imponentes de la cristiandad. Así, y pese a que parezca que ha sido olvidada, fue en el año 1905 cuando se la reconoció como Monumento Nacional.

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La historia de este edificio comienza en el siglo XII, y lo hace en un escenario complejo. Tras la muerte del caballero normando Robert Bordet, príncipe de Tarragona, su viuda y sus hijos tomaron las armas para reclamar su herencia. La situación provocó una revuelta que llevó al nuevo arzobispo a solicitar ayuda al rey. Y esta parecía la mejor de las opciones, ya que prometía poner fin al conflicto.

Sin embargo, uno de los hijos fue asesinado días después en Tortosa, donde había acudido tras la llamada del monarca. Esta muerte rompió con cualquier intento de reconciliación, y la familia normanda culpó al arzobispo, que fue mortalmente herido como signo de represalia. Al morir, el arzobispo dejó en herencia una importante cantidad de dinero para la construcción de la catedral.

Así, a pesar de que esta última empezó a construir en 1171, no se consagraría hasta 160 años después, en 1331. La fachada del edificio se terminó en 1348. El edificio fue erigido con éxito, y a lo largo de los siglos ha sido testigo y protagonista de innumerables acontecimientos. En sus paredes, están grabadas cientos de historias, reflejando el rico patrimonio artístico que alberga, tanto por sus obras como por su arquitectura. Desde el estilo románico hasta el gótico temprano, la estructura presenta una variedad de influencias arquitectónicas que cautivan a todo aquel que la visita.

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Al observar el edificio desde el exterior, destaca su imponente ábside, así como el magnífico rosetón que adorna la entrada principal, que atrapa la atención de todos los que contemplan el templo.

Los horarios de visita a la catedral de Santa Tecla cambian según la época del año. Así, en los meses de marzo a junio, septiembre y octubre se podrá visitar en un horario de 9:30 a 19 horas de lunes a sábado y de 13:30 a 19 horas los domingos. En el caso de julio y agosto el horario es de lunes a sábado de 9:30 a 20 horas y de 13: 30 a 18 horas los domingos. El precio de la entrada general es de 11 euros.