A lo largo de nuestro país se pueden encontrar infinidad de monumentos románicos que dejan con la boca abierta, pero ninguno como el que atesora la ciudad de Jaca. Esta ciudad oscense cuenta con patrimonio histórico y cultural único que la convierten en una de las más bonitas de la región. Todo ello gracias a sus encantos y atractivos únicos, de los cuales destaca sobre todo su catedral.
La catedral de Jaca es uno de los edificios más representativos y emblemáticos de la localidad, ya que constituye una de las joyas del primer románico español. Tanto es así, que fue la primera gran construcción de este estilo en la península, evidenciando la gran importancia que tuvo desde su construcción a finales del siglo XI. Así, respondió a las necesidades espirituales y políticas del momento, en el contexto de la Reconquista y la expansión del Reino de Aragón.
La sede episcopal
La elección de Jaca, una ciudad situada en las rutas del Camino de Santiago, como sede episcopal, subraya su importancia estratégica y religiosa en la época. Así, este templo se erigió entre 1076 y 1082 por orden del rey Sancho Ramírez como manifestación del poder regio y eclesiástico, promoviendo el estilo románico, innovador para su tiempo, como expresión artística. Igualmente, la catedral está muy vinculada a la fundación de la ciudad y la concesión de los fueros que permitieron a Jaca consolidarse como un gran centro comercial en esta ruta de peregrinación.
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“La concesión de la sede episcopal necesitaba una catedral para culminar el proceso de consolidación de la primera capital del primitivo reino de Aragón; así surgió el templo bajo la advocación de San Pedro”, explican desde la web de Turismo de Jaca. De esta forma, a día de hoy la catedral de San Pedro es resultado de diferentes etapas constructivas, lo que permite disfrutar de una arquitectura impresionante manteniendo su estructura básica y configuración románica.
Tres naves y un museo
De esta destaca su planta, la cual es basilical y se distribuye en tres naves separadas por columnas que sostienen arcos de medio punto, típicos del románico. Uno de los aspectos más destacados es su cimborrio octogonal sobre el crucero, elemento posterior añadido en el siglo XV, que proporciona una especial iluminación al interior. La torre campanario, de planta cuadrada, se levanta en el lado norte y es visible desde varios puntos de la ciudad.
En el interior, la decoración se centra en los capiteles historiados con escenas bíblicas y mitológicas, verdaderas obras maestras de la escultura románica. Estos capiteles narran desde episodios del Antiguo y Nuevo Testamento hasta leyendas populares de la época, demostrando la fusión entre lo divino y lo terrenal que caracteriza al arte románico.
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La catedral de Jaca alberga también una de las piezas más sobresalientes del románico aragonés: el sarcófago de Doña Sancha, hija de Ramiro I de Aragón. Este sarcófago, del siglo XI, destaca por su decoración esculpida y ,además, es un ejemplar único en el contexto del arte funerario medieval en España. Igualmente, en el claustro mayor y otras salas contiguas se ubica el Museo Diocesano, un espacio que desde 1963 expone los fondos artísticos de la diócesis.
Cómo llegar
Desde Huesca, el viaje a Jaca tiene una duración estimada de 55 minutos por la vía A-23. Por su parte, desde Pamplona el trayecto es de alrededor de 1 hora y 20 minutos por la carretera A-21.