Este es pueblo más antiguo de España: tiene más de mil años y está dentro de un parque natural

A día de hoy, nuestro país alberga más de 8.000 municipios, de los cuales, muchos de ellos cuenta con miles de años de historia. Así, el origen de ciudades como Barcelona, Santander o Córdoba se remonta a siglos antes del nacimiento de Cristo, algo que demuestra el rico patrimonio histórico y cultural que atesoran. Sin embargo, el nombramiento del primer pueblo español no tuvo lugar hasta el siglo IX después de Cristo.

Esto ocurrió precisamente en el año 824. Pero ¿cuál es la primera localidad de España? El honor de ostentar este título lo tiene Brañosera, un pueblo de Palencia situado en la conocida como Montaña Palentina que gracias a este acontecimiento es considerado el pueblo más antiguo de España.

En el año 711, tras la invasión musulmana de la península ibérica, muchos cristianos se vieron forzados a buscar refugio en el norte de España, estableciéndose específicamente en Asturias. La concentración de población en esta región desencadenó una grave situación de hambruna y pobreza, empujando a varios a buscar un nuevo comienzo en otras zonas. Una de estas fue Brannia-Ossaria, conocida hoy como Brañosera. La necesidad de estructurar y organizar a los recién llegados llevó al conde de Castilla, Munio Núñez, a otorgar la carta puebla a sus súbditos.

Te puede interesar: El pueblo en la frontera con Portugal que es de los más antiguos de España: 28 siglos y el castillo de los duques de Alba

Este documento no solo les concedía derechos, sino que también les imponía deberes, como el compartir con nuevos pobladores el uso del valle y pagar al conde la mitad de los beneficios obtenidos de las tierras. Este acto significativo ocurrido el 13 de octubre del año 824, con la concesión del Fuero de Brañosera, marca la creación de la primera carta puebla y representa el inicio de la organización administrativa local en España, sentando las bases de lo que eventualmente se desarrollaría en los actuales ayuntamientos.

Situada en el corazón del Parque Natural Montaña Palentina y al pie del macizo de Valdecebollas, la villa se destaca por su impresionante entorno natural, siendo el punto de nacimiento del río Rubagón. Este lugar, envuelto en densos bosques de acebo, roble y hayas, se presenta como un destino privilegiado para los amantes de la naturaleza y quienes buscan escapar de la rutina para sumergirse en la tranquilidad del paisaje.

Al recorrer sus calles, se hace evidente el legado medieval de la villa, observable en el trazado de sus vías, así como en las casas tradicionales y arcos que dotan al lugar de un carácter histórico peculiar. Entre sus joyas patrimoniales, resaltan la iglesia de Santa Eulalia y la iglesia de San Miguel, sitios que conservan la riqueza cultural y espiritual de la comunidad.

Te puede interesar: La cueva de Albacete, que es de las más desconocidas de España y se encuentra junto a un yacimiento arqueológico

No muy lejos, el pueblo de Valberzoso ofrece a su vez sitios de interés como un antiguo puente romano y la iglesia de Santa María la Real, ampliando así el abanico de atractivos históricos accesibles para los visitantes de la región. Este conjunto de elementos convierte a la villa y sus alrededores en un enclave de valor incalculable tanto para el turismo como para la conservación del patrimonio histórico y natural.

Desde Palencia, el viaje es de 1 hora y 20 minutos aproximadamente por la carretera A-67. Por su parte, desde Santander, el trayecto tiene una duración aproximada de 1 hora y 10 minutos por la misma vía.