En el corazón de la comarca del Penedés, entre viñedos y bodegas, se localiza uno de los pueblos más singulares de Barcelona. Este se caracteriza por llevar la producción de vino y cava a lo más alto, pues estas dos bebidas están presentes en prácticamente cualquier aspecto de la villa, ya sea en la arquitectura, la industria o las actividades culturales.
Tanto es así, que es mundialmente conocida con el sobrenombre de la ‘capital del cava’ y no es para menos, pues su historia siempre ha estado ligada a este producto. Se trata de la localidad de Sant Sadurní d’Anoia, una villa cuyos orígenes proceden de la antigua parroquia de St. Sadurní de Subirats, de la que se independizó como municipio en 1768. Ante esto, adoptó el nombre de Anoia en honor al río que atraviesa el pueblo.
Hasta 80 bodegas
La historia de Sant Sadurní d’Anoia está intrínsecamente ligada a la producción de vino, remontándose al siglo XIX cuando la filoxera devastó los viñedos europeos. Sin embargo, fue esta adversidad la que catalizó el cambio hacia el cultivo de varietales específicos para la producción de cava. A finales del siglo XIX, las bodegas de Sant Sadurní d’Anoia comenzaron a producir cava siguiendo el método tradicional, similar al método champenoise francés.
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De este modo, la economía de la localidad gira principalmente en torno a la vitivinicultura, con más de 80 bodegas dedicadas a la producción de cava. Entre ellas, algunas de renombre internacional como Codorníu o Freixenet ofrecen tours a los visitantes deseosos de conocer el proceso de producción y degustar este emblemático espumoso.
Descubre una de las bodegas más antiguas
Fundada en 1551, Cordornìu es una de las bodegas más antiguas de España y una de las principales productoras de cava del mundo. Durante la visita, los viajeros tienen la oportunidad única de sumergirse en el corazón de una de las bodegas más emblemáticas de la región, explorando sus impresionantes instalaciones subterráneas. A través de kilómetros de pasillos meticulosamente excavados en la roca, los visitantes se embarcan en un viaje por la historia y el meticuloso proceso de elaboración del cava. Este recorrido descubre los secretos de una tradición vinícola que ha posicionado a Codorníu en la cima de la producción de cava.
La experiencia culmina con una degustación selecta de algunos de los cavas más representativos de la marca, donde los asistentes tienen el placer de degustar la complejidad y el refinamiento que caracterizan a estas bebidas espumosas. Acompañados de aperitivos locales que realzan los sabores del cava, esta actividad no solo deleita el paladar, sino que también ofrece un acercamiento a la rica cultura gastronómica de la región.
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Pero esto no es todo, pues el edificio donde se ubican sus instalaciones cuenta con una exquisita arquitectura que lo convierte en una de las joyas el modernismo catalán. “La construcción del conjunto, impulsada por Manuel Raventós i Domènech, permitió dejar ver la calidad como arquitecto de Josep Puig i Cadafalch y la importancia y representatividad de estas construcciones en su obra. Podemos encontrar un catálogo de soluciones diversas del modernismo más experimental”, señalan desde el portal de turismo de la villa.
Tal es su importancia tanto monumental como cultural que muchos de sus espacios han sido catalogados como Monumento Histórico Artístico Nacional. Este es el caso de la Sala de Expediciones, ahora Sala de Recepción, la Bodega Grande y el Porche de las Prensas, donde hoy se ubica el museo.
Un conjunto modernista único
Además de su industria del cava, Sant Sadurní d’Anoia posee un rico patrimonio cultural y arquitectónico. Destaca la iglesia parroquial, construcción de origen románico que data del siglo X, aunque fue reformada en el siglo XVIII, ofreciendo, desde entonces, un imponente ejemplo de la arquitectura neoclásica. Otros puntos de interés es la calle Raval, con su antigua torre de defensa en un extremo, y la plaza de la Iglesia, con su campanario gótico.
Otras paradas imperdibles son el museo del cava, donde se expone la historia y tradición de la bebida, y las cavas subterráneas, algunas de las cuales datan del siglo XVII y han sido fundamentales para el añejamiento de este producto. Cabe destacar también el conjunto modernista que alberga el pueblo y que se refleja en edificios tan emblemáticos como la casa de Lluís Mestres, Ca Maria Sàbat o Cal Rigol, y los almacenes Santacana Roig.
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Cómo llegar
Desde Barcelona, el trayecto es de alrededor de 45 minutos por la vía AP-7. Por su parte, desde Tarragona el viaje tiene la misma duración y se tiene que coger también la AP-7.