Cualquier lugar es bueno para darse un beso. Sin embargo, no todos son iguales, pues a lo largo del planeta se pueden encontrar destinos donde poder vivir un beso de película. Así, desde las calles de París hasta las paradisiacas playas de la Maldivas, son muchas las parejas que buscan vivir esa experiencia e inmortalizarla con una foto para el recuerdo. Por ello, hoy, 13 de abril, en el Día Internacional del Beso, la plataforma de visitas guiadas Civitatis ha seleccionado los 10 mejores lugares del planeta donde dar y recibir un beso.
Escultura de los dedos en Uruguay
Cuenta la leyenda que los deseos de aquellos enamorados que se besen sobre la mano de Playa Mansa se cumplirán si son sinceros. Ubicada en la costa de Río de la Plata, Maldonado, se ha convertido en unos de los principales puntos de interés para aquellos que buscan una escapada tranquila y romántica entre arena fina y olas de pequeño tamaño. De camino, es parada obligatoria el Faro, la construcción más antigua de la península, además de los enormes nidos de amor de San Rafael y los característicos puentes ondulantes.
La casa de Julieta en Verona
Qué decir de este lugar tan icónico del amor en todas sus formas (incluidas las manifestaciones físicas). Cada año, miles de personas se pasean por este rincón de Italia para contemplar desde la calle el famoso balcón shakespeariano para hacer su particular homenaje a la interminable lucha entre los Capuleto y los Montesco. El punto más romántico donde besarse sin fin.
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Las calles de Viena
Para los amantes de Richard Linklater, no hacen falta razones para incluir esta ciudad entre los mejores lugares para besarse. Porque Antes del amanecer es historia del cine romántico, al igual que las dos que la siguieron. Pero no es necesario improvisar el paseo a modo de homenaje. Un buen punto de inicio puede ser la Helmut-Zilk-Platz, ubicada entre el edificio Albertina y la Oficina de Información Turística. Desde allí es fácil situar los puntos más destacables de la ciudad, iniciando un paseo con parada en la fuente del Danubio, el Parque Burggarte y el Palacio Imperial de Hofburg hasta llegar a la casa de Mozart y la catedral de San Esteban.
La tumba de Abelardo y Eloísa en París
Lo bueno de ir a París para el Día Internacional del Beso es que casi cualquier lugar se presta al asunto. Un buen sitio por el que empezar es la famosa tumba de Abelardo y Eloísa, ejemplo literario de amor prohibido que puede dar paso a un recorrido por las catacumbas de París y finalizar con una visita nocturna a la Ciudad de la Luz. Y si todo esto te suena muy lúgubre, mejor acércate al muro del je t’aime, en Montmartre, y a los muelles del Sena con el famoso Pont des Arts. Eso sí, no se te ocurra poner un candado porque está prohibido
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Plaza de los Coches en Cartagena de Indias
Seguimos con la inspiración literaria, esta vez en Colombia. El escenario que vivió el “sentimiento desaforado” de El amor en los tiempos del cólera es perfecto para hacer lo que corresponde el 13 de abril. Porque nadie ha descrito el amor mejor que Gabriel García Márquez. Y aquella plaza, protagonista de todo ello, es el testimonio viviente de ese talento. Además, si a estos planes les sumas un tour en barco pirata por la bahía de Cartagena y un bautismo de buceo, la cosa se queda redonda. Amor y aventura: el equilibrio perfecto.
El atardecer de Bora Bora
Ubicada en el Pacífico Sur, en la Polinesia Francesa, esta pequeña isla de 29,3 kilómetros cuadrados rodeada de coral se ha convertido en el destino perfecto para aquellos que buscan un destino en el que disfrutar de los besos del modo más exótico posible. La zona central es un volcán extinto al que rodea una laguna que queda separada por un arrecife. Ante semejante espectáculo, no es de extrañar que los cruceros al atardecer con cena y las actividades de aventura terminen en un beso.
Times Square en Nueva York
Es probable que la imagen en blanco y negro del marinero besando a la chica sea la fotografía más representativa de un beso en el último siglo. La célebre instantánea de Alfred Eisenstaedt convirtió automáticamente ese punto de Norteamérica en una parada obligatoria para quien desee una imagenromántica. Aun así, toda Nueva York es un escenario perfecto para este día tan especial, probablemente a causa de las películas. Central Park, el famoso banco de Manhattan o los cientos de lugares en los que Woody Allen retrató el amor. Es difícil escapar de los besos en una ciudad como esta.
Playa del amor en Puerto Vallarta
Ubicada en el estado de Jalisco, Puerto Vallarta quedó fuera del plan elaborado por el Fondo Nacional de Fomento al Turismo. Sin embargo, gracias a su belleza e infinitas posibilidades, se ha convertido en la segunda zona económica más importante del estado y uno de los principales destinos turísticos de México. La playa del amor es uno de los puntos que más visitas atrae y es el lugar preferido de las parejas para fotografiar sus muestras de afecto infinito. Y es que... algunos contextos lo son todo.
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Mausoleo de los Amantes en Teruel
No podían faltar los amantes más conocidos de la literatura española clásica. Esculpida por Juan de Ávalos, la escultura bajo la que descansan los restos de estos enamorados recibe la visita de miles de personas cada año. El día 13 tienes una excusa perfecta para ir y tratar de igualar el cariño de los dos protagonistas que ya pasan la eternidad sin soltarse la mano. Además, la cercanía de Dinópolis hace que sea un plan perfecto para aquellos que viajan con niños y desean hacer un recorrido de 4500 millones de años.
Callejón del beso en Guanajuato
El nombre de este lugar se debe a la leyenda de Carmen, hija sobreprotegida de un reputado señor, y Don Carlos, un joven minero de la zona. Cuentan que se enamoraron a espaldas del padre y que este, al enterarse, encerró a su hija para siempre. Don Carlos, desesperado, vio que su balcón daba a un callejón muy estrecho, y que casi tocaba con la pared del edificio que tenía enfrente.
Dedicó entonces todo su dinero a comprar la casa para así hablar con ella durante la noche. Hasta que el padre lo descubrió y asesinó a Carmen. De esta triste historia procede el nombre del callejón, convertido ya, con sus 69 centímetros de ancho, en uno de los principales destinos turísticos de la zona junto con el célebre museo de las momias.