El castillo medieval rodeado de misterio que tiene una de las mejores vistas de Galicia

En un entorno natural e histórico único, presidiendo el horizonte de las tierras de San Sandurniño, se alza una de las fortalezas más bonitas e imponentes de Galicia: el Castillo de Narahío.

Esta construcción desafía incansablemente el paso del tiempo, sus muros preservan la historia de un pueblo y sus torres aún velan por la seguridad de las gentes del valle del río Castro. Su legado, arraigado en el siglo XIV, emerge en una época marcada por el feudalismo y los señoríos en Galicia.

No obstante, el misterio es algo que forma parte de la historia de este espacio. Y es que, a pesar de contar con una fecha de construcción estimada, lo cierto es que su origen es una incógnita. A día de hoy apenas se tienen registros de quién decidió levantarlo ni con qué propósito, Por el momento, las últimas sospechas apuntan al siglo XII.

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A pesar de que no hay documentos que atestigüen la historia de esta construcción, sí hay registros de él a partir del siglo XV. De esta forma, la visita al castillo pasa por introducir al visitante en un auténtico viaje en el tiempo. Así, fue en el citado siglo cuando Pedro I otorgó el castillo a Fernán Pérez de Andrade, conocido como ‘O Boo’, tras arrebatárselo al caballero Gonzalo Piñeiro en 1364. Desde entonces, el Castillo de Narahío estuvo bajo la custodia de los Andrade, quienes lo utilizaron incluso como prisión para aquellos que desafiaban su autoridad feudal.

Sin embargo, como ocurrió con muchos castillos en Galicia, Narahío sufrió un duro golpe durante la revuelta Irmandiña, siendo uno de los escenarios de la primera insurrección liderada sin éxito por Roi Xordo. Posteriormente, fue reconstruido por los mismos revolucionarios como forma de castigo. Finalmente, pasó a manos de la Casa de Alba, su última propietaria conocida, antes de ser cedido al Concello de San Sadurniño por un período de treinta años.

Ahora bien, el castillo de Narahío se ve empañado por un desenlace desolador: Fue en el diglo XVIII cuando calló en la ruina y el abandono. Su deterioro ha alcanzado tal magnitud que incluso se ha convertido en fuente de materiales de construcción para proyectos cercanos, marcando así el triste final de una estructura que alguna vez fue testigo de grandes acontecimientos.

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Sin embargo, gracias a varios trabajos de excavación, se han recuperado numerosos vestigios de épocas pasadas, como cerámicas y monedas, que poseen un inestimable valor patrimonial. Además, las últimas obras realizadas han permitido la visita al patio de armas y la subida a la torre del homenaje, desde donde se puede contemplar una impresionante panorámica del valle.

San Sadurniño, situado en la provincia de A Coruña, es el hogar de este impresionante castillo. Desde la ciudad de A Coruña, los viajeros pueden tomar la carretera DP-3503 y, tras un giro hacia la derecha en dirección a Eirixiado por la AC-121, continuar por Piñeiro hasta alcanzar la construcción.