La ruta de senderismo que atraviesa una de las calzadas romanas mejor conservadas de España

Conocida por el nombre de la calzada romana, la calzada de Puerto del Pico se utiliza desde hace siglos para unir las dos submesetas de la Península Ibérica. Así, este camino se presenta como un paso ancestral para atravesar de sur a norte la Sierra de Gredos y conectar la fortaleza de Abula con el eje vial Emerita Augusta-Complutum- Caesaragusta a la altura de Caesarobriga.

Su origen es incierto. La creencia popular apunta a que fueron los romanos quienes dejaron su huella en este territorio con la construcción de esta calzada. No obstante, hay razones para pensar que esta ya fuese utilizada en la época de los vettones.

Ahora bien, sea cual fuera su origen, lo cierto es que su momento de mayor popularidad llegó cuando empezó a utilizarse como Cañada Real para la trashumancia de los ganados de la Mesta. Desde el siglo XV fue también ruta de la carretería, utilizada por las carretas de la Real Carretería del sexmo de la sierra de la villa de Piedrahíta.

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Por otro lado, y aunque actualmente su uso ha disminuido considerablemente, aún se emplea para conducir alrededor de 40.000 cabezas de ganado desde Extremadura hasta Ávila al final de la primavera. El recorrido de casi 300 kilómetros toma aproximadamente dos semanas, lo que explica por qué solo el 25-30% del ganado realiza el trayecto a pie.

• Nivel de dificultad: Fácil
• Duración: Una hora y media

Recorrer la ruta completa demandaría varios días, por lo que es común realizar el tramo que va desde el pueblo de Cuevas del Valle hasta el Puerto del Pico, situado a 1.352 metros de altitud. En total, este trayecto tiene unos 4,5 kilómetros de extensión y demanda de alrededor de una hora y media para llegar a la cima. El itinerario no es especialmente exigente, pero se aconseja a los excursionistas ir bien equipados, dado que hay escasa sombra y pocas fuentes de agua a lo largo del camino.

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Además de disfrutar de impresionantes vistas panorámicas, los caminantes encuentran diversos puntos de interés a lo largo del recorrido. Entre ellos destaca una ermita dedicada a San Antón, el patrón de los animales, así como antiguos molinos de piedra utilizados como referencias visuales durante las nevadas, y el portazgo, una antigua choza de piedra en ruinas donde se cobraban impuestos por el paso de ganado. Para obtener información detallada sobre la ruta, se recomienda consultar la página web oficial de Turismo Ávila.

Entre tanto, este tramo de ruta se utiliza con frecuencia para fines recreativos. De hecho, desde hace casi dos décadas cada primer fin de semana de agosto decenas de corredores desafían a este tramo en una carrera popular. Y lo que es más, algunos incluso se animan a hacerlo en bicicleta.