Gracias a su impresionante patrimonio cultural y artístico, su riqueza monumental y sus gentes, Sevilla es uno de los destinos obligatorios dentro de Andalucía. Este tesoro del sur no solo es famoso por su riqueza monumental y su vibrante atmósfera cultural, sino también por la calidez de sus habitantes, lo que la convierte en un destino ineludible para cualquier viajero. Pero no solo el centro guarda puntos de interés, sino que a sus alrededores se suceden pueblos que son todo un encanto y que acogen multitud de monumentos.
Así, en el corazón de la campiña sevillana se alza uno de los pueblos más especiales de la provincia. Se trata de Osuna, una localidad que cautiva tanto por su patrimonio arquitectónico como por su rica tradición cultural, la cual se ha ido moldeando a lo largo de sus miles de años de historia. Tanto es así, que gracias a sus encantos es una de las localidades imprescindibles si se visita Sevilla, además, ha sido escenario de la exitosa serie Juego de Tronos.
3.000 años de historia
La historia de Osuna se remonta a la época prehistórica, cuando los primeros asentamientos se establecieron en la zona. Así al menos lo atestiguan los diferentes vestigios encontrados, los cuales datan de mil años a.C. “El Toro y la serie de los Relieves de Osuna hablan de una antigua civilización ibérica, que dio lugar a una extraordinaria cultura donde convivieron las mejores tradiciones mediterráneas procedentes de Oriente y Grecia”, explican desde el portal de turismo de Osuna.
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Así, la llegada de los romanos y más tardes los visigodos también contribuyeron a la formación de un cóctel multicultural en la localidad. Ya en la época musulmana, Osuna cobra en el siglo X gran importancia y pasa de ser un emplazamiento militar a una ciudad más comercial. Sin embargo, a día de hoy, los restos que se pueden apreciar son del periodo almohade y comprenden gran parte del sistema defensivo: la Torre del Agua y los Paredones de la antigua alcazaba.
La ciudad cae en manos cristianas en 1240, cuando es tomada por Fernando III, y a mediados del siglo XV, la villa “entra en la órbita de las posesiones que Pedro Girón logra acaparar en Andalucía, rigiéndose en capital del estado señorial que este personaje consigue consolidar para su hijo, Alfonso Téllez Girón, I conde de Ureña”, detallan. Desde este momento, Osuna liga su destino a esta familia señorial, la cual lleva a cabo una serie de remodelaciones en su entramado urbano.
Así, el pueblo se convirtió en un centro para la corte de los señores, para lo que remodelaron la antigua alcazaba para convertirla en una residencia señorial a comienzos del siglo XVI. A su vez, la parroquia medieval pasa a ser la Colegiata de la Asunción y se construye el edificio de la Universidad y el hospital de la Encarnación, ambas instituciones fundadas por el IV conde de Ureña, padre del I duque de Osuna. De este modo, su pasado ducal otorgó a la villa gran esplendor y riqueza, sobre todo en los siglos XVI, XVII y XVIII, pudiéndose apreciar también en los diferentes palacios y casas señoriales que se encuentran en sus calles.
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Una joya del Renacimiento
Este repaso por la historia de Osuna muestra más de 3.000 años en los que la villa se ha convertido en todo un destino multicultural lleno de rincones mágicos. Así, un paseo por sus calles descubren un rico conjunto monumental que demuestra su antigua grandeza. De este modo, el edificio principal se encuentra en la majestuosa Colegiata de Santa María de la Asunción, una obra maestra del Renacimiento andaluz que alberga valiosas obras de arte y una impresionante sacristía que rivaliza en belleza con las más famosas de España.
El esplendor de Osuna no se limita a sus monumentos religiosos. El Palacio de los Cepeda, con su imponente fachada, y la Universidad, fundada en el siglo XVI y considerada uno de los centros educativos más importantes de su tiempo, son claros ejemplos del rico legado histórico y cultural de la ciudad. A su vez, la plaza de toros, con su peculiar arquitectura octogonal, es otro de los puntos destacados del pueblo. Tampoco hay que olvidarse de sus iglesias como son el convento de la Encarnación, el convento de la Concepción o el Panteón de Arte Sacro.
Igualmente, otras paradas imprescindibles son el museo arqueológico y el museo de la ciudad, el cual se ubica en el Palacio de los Hermanos Arjona y Cubas, un edificio del siglo XVII, que albergó la Cámara Agraria Local durante buena parte del siglo XX. Todo este conjunto da forma a un casco urbano maravilloso, que ha sido reconocido a nivel mundial. De hecho, la Unesco ha reconocido una de sus calles como la más bonita de España, la calle San Pedro.
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‘La Petra de Andalucía’
Cuando ya uno piensa que Osuna no puede deparar más secretos, el Coto de las Canteras emerge como una maravilla natural y arquitectónica que desafía el tiempo. Este monumento, conocido como la “Petra de Andalucía”, ofrece un espectacular testimonio de la ingeniería y el arte de épocas pasadas, y se ha transformado en uno de los escenarios más únicos y mágicos de la región.
El coto se enclava en un cerro que lleva por nombre Las Canteras y su origen se remonta a la época romana, cuando se comenzó a excavar en este lugar para extraer la piedra arenisca que serviría para construir los numerosos edificios históricos, iglesias y palacios de Osuna. A día de hoy, este espacio se ha convertido en todo un emblema de la región, donde se celebran una gran variedad de eventos, desde conciertos y espectáculos hasta celebraciones y bodas, aprovechando su acústica excepcional y su atmósfera sin igual.
Cómo llegar
Desde Sevilla, el viaje es de alrededor de 1 hora por la A-92. Por su parte, desde Málaga el trayecto tiene una duración estimada de 1 hora y 25 minutos por las vías A-45 y A-92.