El impresionante castillo que está en el pueblo abandonado más bonito de España: tiene una de las murallas mejor conservadas

A lo largo de la península ibérica se pueden encontrar infinidad de pueblos abandonados, pero ninguno como Granadilla. Esta localidad cacereña destaca por su impresionante patrimonio histórico y cultural, el cual ha sido abandonado, pero no olvidado, pues a día de hoy es el reflejo la vida y la cultura de aquellos que lo habitaron. Tanto es así, que este municipio es considerado el pueblo abandonado más bonito de España.

Y no es para menos, pues cuenta con un castillo que sorprende al viajero gracias a su buen estado de conservación. Este es uno de los emblemas del pueblo, el cual pertenece al municipio de Zarza de Granadilla y se encuentra cerca del embalse de Gabriel y Galán. De hecho, en la actualidad, está considerado Conjunto histórico-artístico y está incluido en el Programa Interministerial de Recuperación y Utilización Educativa de Pueblos Abandonados.

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El castillo de Granadilla surge por las necesidades de la villa de defenderse y convertirse en un puesto militar. Así, a finales del siglo XI y comienzos del XII, la localidad se convirtió en un emplazamiento fronterizo de gran importancia entre tres reinos cristianos: Castilla, León y Portugal. Por ello, los musulmanes decidieron levantar una alcazaba en el siglo XI, siendo esta el origen de la actual fortaleza, la cual tras la reconquista pasó a manos cristianas.

De este modo, el castillo que conocemos hoy en día fue levantado en el siglo XV sobre la antigua alcazaba árabe y destaca por su construcción en sillería granítica de inspiración italiana. Con una distintiva forma polilobulada y cuatro niveles de altura, este edificio incluye un sótano con mazmorras, un aljibe y una azotea que ofrece vistas panorámicas del pueblo. Aunque los registros históricos no han podido determinar con exactitud su autoría, se reconoce que fue construido por orden del primer Duque de Alba, don García Álvarez de Toledo, tras convertirse la “Casa de Alba” en propietaria de la villa.

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Al castillo hay sumar sus imponentes murallas, las cuales rodean toda la villa y están consideradas como una de las mejores conservadas de España. Según algunos historiadores, este recinto defensivo pertenece al siglo XI, destacando su legado de la época musulmana. Aunque desprovistas de torres, las murallas están adornadas con almenas de forma cúbica, añadiendo un toque distintivo a su arquitectura defensiva.

En sus inicios, esta villa se conocía como Granada. Sin embargo, adoptó el nombre de Granadilla tras la conquista del reino nazarí por los Reyes Católicos, con el objetivo de prevenir confusiones. Pese a este cambio de denominación, no fue hasta el siglo XIX que el nombre Granadilla comenzó a utilizarse oficialmente en los documentos del Concejo.

Igualmente, otros de sus monumentos principales es la iglesia parroquial de la Asunción. Edificada en el siglo XVI con sillería y mampostería, esta estructura destaca por su sofisticado diseño arquitectónico. Pese a enfrentar amenazas de expropiación que impactaron a amplias zonas de Granadilla, la iglesia conservó su estructura original, protegida por la decidida resistencia del obispo de Coria. Entre los aspectos más notables de su interior se encuentran una amplia capilla mayor y un ábside tripartito, ofreciendo a los visitantes una inmersión en la riqueza arquitectónica e histórica de esta edificación situada en Granadilla.

La visita a Granadilla es totalmente gratuita, aunque se debe tener en cuenta su horario. Abre sus puertas de martes a domingo, pero las horas varían dependiendo del mes del año. Desde abril a octubre el horario es de 10:00 h a 13:30 h y 16:00 h a 20:00 h, mientras que de noviembre a marzo es de 10:00 h a 13:30 h y 16:00 h a 18:00 h. Igualmente, el lugar cuenta con diversas normas de acceso:

• Las puertas de acceso y salida se cerrarán 10 minutos antes de cada horario.
• Las mascotas están permitidas, pero hay que llevarlas en todo momento atadas.
• Hay zonas en obra, por lo que no hay que atravesar las vallas de seguridad.
• Las vallas de color verdes son móviles para que poder pasar, pero hay que dejarlas cerradas.
• El acceso a las viviendas está prohibido.

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Desde Cáceres, el viaje es de alrededor de 1 hora y 20 minutos por la carretera A-66. Por su parte, desde Salamanca el trayecto tiene la misma duración y además, se debe coger la misma vía, la A-66.