En la península ibérica, la red de Paradores se extiende hasta alcanzar un total de 98 establecimientos, 97 en suelo español y tan solo uno en Portugal. Este conjunto de hoteles destaca por su singularidad, albergando sus instalaciones en construcciones con un rico valor histórico y cultural, como castillos, antiguos conventos o enclavados en parajes naturales de inigualable belleza. Este factor, sumado a su compromiso por ofrecer una alta calidad y confort, los convierte en una opción perfecta para los viajeros que buscan experiencias únicas en sus destinos.
Así, de todos ellos, el Parador de Limpias destaca por haber sido la residencia de verano de la monarquía española durante los primeros años del siglo XX. Este se ubica en el pueblo homónimo, el cual está bajo el valle del río Asón, en Cantabria, y se desarrolla en uno de los edificios más especiales de la localidad: el palacio de Eguilior.
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La residencia de Alfonso XIII
El palacio de Eguilior se construyó en el año 1903 por petición de Manuel Eguilor y Llaguno, ministro de Hacienda y de Instrucción Pública y de Bellas Artes por aquel entonces. Este personaje fue un gran influyente en aquella época, ya que fue el primero abogado del Estado, y además, el rey Alfonso XIII condecoró a este letrado natal de Limpias con el título de conde de Albox. Durante el reinado del monarca este edificio se convirtió en su residencia de verano, tal y como señala la web de Paradores.
Durante la guerra civil española, el edificio sirvió inicialmente como hospital para los combatientes republicanos, función que cambió radicalmente tras ser ocupado por las fuerzas nacionales, quienes lo transformaron en una cárcel. En el año 1973, la propiedad fue traspasada a la familia Pico. Posteriormente, en 1999, el Gobierno de Cantabria adquirió el inmueble y en 2004, tras una serie de reformas, el palacio pasó a forma parte de la red de Paradores de España.
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De este modo, a día de hoy el viajero puede disfrutar de un alojamiento que cuenta con todo tipo de servicios y comodidades siempre a su disposición, entre los que destacan pistas de tenis y pádel, un garage, cómodas habitaciones y un restaurante. Este último permite disfrutar de un elegante espacio de evocación indiana donde degustar de la señorial cocina cántabra. Así, entre sus especialidades destacan: “la degustación de quesos cántabros, rondón de arroz con bogavante, anchoas de Santoña y carne de vaca Tudanca”, tal y como recoge el portal web.
Qué ver en Limpias
El casco urbano de Limpias destaca por sus emblemáticas casas señoriales y de indianos, ofreciendo un recorrido de gran valor estético. Entre las principales atracciones de la localidad se encuentran el colegio San Vicente de Paúl, la ermita de Santa Isabel y, especialmente, la iglesia de San Pedro con el venerado Cristo de la Agonía, epicentro de la fama de este destino. Adicionalmente, Limpias se posiciona como un enclave cultural relevante gracias a su proximidad a las cuevas prehistóricas de Covalanas y Mirón, ampliando así su oferta turística.
Esta localidad también se consolida como un punto estratégico para explorar los alrededores, con Laredo y su impresionante playa de La Salvé, que se extiende a lo largo de cinco kilómetros, y Santoña, reconocida como la cuna de las anchoas en aceite de oliva. Esta localidad también es famosa por la playa de Berria, conocida por su fácil acceso y belleza natural, enriqueciendo aún más el patrimonio turístico de la región.
Cómo llegar
Desde Santander, el trayecto es de alrededor de 35 minutos por las vías S-10 y A-8. Por su parte, desde Bilbao el viaje tiene una duración estimada de 50 minutos por la A-8.