Cantabria cuenta con incontables tesoros hacia el mar o en interior, se trate de patrimonio cultural o natural. Uno de los indiscutibles es la villa de Cartes, reconocida por su patrimonio histórico y declarada Bien de Interés Cultural y Conjunto Histórico en el año 1985 a raíz de su bien conservada estructura medieval. Este municipio se distingue por su entorno natural y la preservación de edificaciones que datan desde el siglo XV hasta el XVIII, entre las cuales resalta el Torreón.
La localidad, que se apoya económicamente en el sector servicios y la actividad empresarial, tiene a unos 5.700 habitantes repartidos en La Barquera, Bedicó, Corral, Mercadal, Mijarojos, Riocorvo, San Miguel, Santiago de Cartes, Sierra Elsa, Yermo y su capital, Cartes.
Cartes presume de lugares históricos como el puente de piedra del siglo XVIII, esencial para la comunicación a través del Camino Real, y la iglesia de Santa María de Yermo, joya del románico considerada BIC desde 1930. No menos importante es la ruta de ocho molinos que figuran en el Inventario General de Patrimonio Cultural de Cantabria desde 2003. Riocorvo, otro núcleo poblacional de Cartes, disfruta de la distinción de Conjunto Histórico otorgada en 1981, compartiendo el rico legado cultural y arquitectónico del municipio.
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La identidad cultural de Cartes también se manifiesta en sus tradiciones, siendo el festival de San Cipriano una de las más destacadas. Esta festividad ha sido reconocida como Fiesta de Interés Turístico Regional, incluyendo la Subida al Alto de San Cipriano. El evento, que tiene lugar el 16 de septiembre, es emblemático por la peregrinación en albarcas desde Riocorco hasta la ermita de San Cipriano en Cohicillos, donde se honra al santo con una romería montañesa. Los romeros portan varas de avellano que a la vuelta traen cargadas de rosquillas.
Cartes, por lo tanto, representa un ejemplo excepcional de cómo una localidad puede destacarse por la conservación de su patrimonio histórico y cultural mientras fomenta una economía basada en el sector servicios y las actividades empresariales. Este municipio cántabro no solo es un testigo de la historia a través de sus edificaciones y tradiciones, sino también un activo participante en el desarrollo económico y social, potenciando su pasado a la vez que mira hacia el futuro.
Cabárceno, Saja-Besaya...
Cartes se sitúa apenas a 30 kilómetros del Parque de la Naturaleza de Cabárceno, un espacio de 750 hectáreas de una antigua explotación minera a cielo abierto. Situado en el Valle del Pisueña y perteneciente al municipio de Penagos, alberga más de un centenar de especies animales de los cinco continentes en régimen de semilibertad. Un reclamo de primer orden para niños y mayores. Por su ubicación, también es un extraordinario punto de partida hacia las Cuevas de Altamira, el Parque Natural Saja-Besaya o Santander.
Recientemente hemos destacado otros destinos en Cantabria, uno de ellos con sobrenombres tan llamativos como ‘la capital del mundo’. Se trata de Arredondo, de donde emigraron numerosos indianos hacia América. A su regreso, se daban cita en el pueblo con grandes riquezas. Sorprende al viajero con su impresionante paisaje kárstico, lo que lo convierte en un punto de interés tanto para los amantes de la naturaleza como para los aficionados a la espeleología.
Otro destino, este muy conocido no solo en Cantabria sino en toda España, es Santillana del Mar, ‘la villa de las tres mentiras’ (ni es santa, ni llana, ni tiene mar, se dice). La mejor forma de disfrutar de esta localidad es perderse por sus calles empedradas, pero además, allí se sitúa uno de los mayores descubrimientos históricos de la humanidad: las mencionadas Cuevas de Altamira, con la colección de pinturas rupestres más importantes y famosas del mundo.