El pueblo de Cáceres que es uno de los más bonitos de España: arquitectura tradicional en el corazón de la Sierra de Gata

Esta localidad es un destino rural perfecto gracias a todos los encantos que guarda. Además, su entorno permite disfrutar de rincones mágicos gracias a las rutas de senderismo que lo recorren

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Esta localidad es un destino rural perfecto gracias a todos los encantos que guarda. Además, su entorno permite disfrutar de rincones mágicos gracias a las rutas de senderismo que lo recorren

Entre valles, ríos, cascadas y frondosos bosques, la Sierra de Gata se alza como uno de los destinos rurales más destacados de Cáceres. Este entorno se caracteriza por ser un conjunto montañoso próximo a la frontera con Portugal, haciendo las veces de frontera natural, y por todos los rincones mágicos que alberga. Entre ellos, pequeños pueblos sobresalen como espacios maravillosos donde poder descansar y desconectar del trabajo. Además, estos permiten disfrutar de todos los encantos típicos de la región como son la arquitectura y sus tradiciones.

En este sentido, encajonado entre bancales en el valle de Árrago, Robledillo de Gata sorprende al viajero gracias a su singularidad arquitectónica y su riqueza natural. Esto lo convierte en uno de los rincones más pintorescos y la vez menos conocidos de Extremadura. Así, su casco histórico permite disfrutar de unas casas y monumentos que mantienen la esencia tradicional de antaño, donde predomina el uso de la madera, la piedra y, especialmente, la mampostería.

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Las casas con entramados de madera y balconadas que sobresalen hacia las calles, junto con los techos de teja árabe, reflejan una estampa tradicional que ha permanecido casi inalterada a lo largo de los años. Esto le ha valido para ser declarado Bien de Interés Cultural.

Una arquitectura y un entorno únicos

Robledillo de Gata, en Cáceres (Shutterstock).
Robledillo de Gata, en Cáceres (Shutterstock).

Una de las mayores particularidades de Robledillo de Gata es su sistema hidráulico ancestral. A lo largo del pueblo se extiende una red de canales y acequias que antiguamente se utilizaban tanto para el riego de huertas como para surtir de agua, las numerosas fuentes, lavaderos y molinos que aún hoy se pueden observar operativos. Así, este espacio ofrece un testimonio vivo de las prácticas agrícolas y de la vida cotidiana de sus habitantes a lo largo de los siglos.

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Igualmente, su entramado urbano está lleno de sorpresas, pues cuenta con numerosos pasadizos y bodegas subterráneas que asombran a cualquiera que se acerque. A su vez, el caserío que atesora es otro de los grandes atractivos de la villa, pues cuenta con una imagen de lo más curiosa. La construcción se desarrolla adaptándose a la pendiente de la ladera donde se incrusta. Un paseo por las calles de la villa permiten al viajero contemplar la arquitectura típica de la zona, con casas de pizarra, adobe y el peculiar varaseto, una mezcla de varas de castaño y roble, revocado con barro y paja.

A todo este conjunto hay que sumar monumentos como la iglesia parroquial de la Asunción, construida en el siglo XVI y de estilo renacentista. Presenta una planta hexagonal y un pórtico en arco con diez columnas y notables artesonados mudéjares en su sacristía. Además de este templo, Robledillo cuenta también con tres ermitas: la del Cordero y la del Humilladero, ambas del siglo XVI, y la dedicada a San Miguel, realizada en mampostería a base de pizarra y enlucida.

Robledillo de Gata, en Cáceres (Shutterstock).
Robledillo de Gata, en Cáceres (Shutterstock).

Por otro lado, en el entorno natural que rodea a Robledillo de Gata, se despliegan numerosas rutas de senderismo que permiten descubrir la rica biodiversidad de la zona. Los caminos conducen a través de bosques de robles, castaños y olivares, ofreciendo panorámicas excepcionales de la comarca y permitiendo el encuentro con una flora y fauna variadas, donde destacan las aves rapaces, los ciervos y los jabalíes.

Cómo llegar

Desde Cáceres, el viaje es de alrededor de 1 hora y 35 minutos por la vía A-66. Por su parte, desde Salamanca el trayecto tiene una duración estimada de 1 hora y 55 minutos por la carretera A-62.

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