El pueblo incrustado a más de mil metros de altura que conduce a uno de los paisajes más impresionantes de los Picos de Europa

A lo largo de nuestro país se pueden encontrar infinidad de pueblos que se convierten en destinos ideales para una escapada. Algunos de ellos se incrustan en bellos entornos naturales que permiten disfrutar de rincones que parecen sacados de un cuento. Así, los pequeños pueblos de montaña emergen como puntos donde pasar unos días de sosiego y tranquilidad en mitad de la naturaleza. En este sentido, Asturias recoger infinidad de villas que cuentan con todas estas características.

Una de ellas es Sotres, una localidad incrustada en el corazón de los Picos de Europa y que se alza como uno de los tesoros naturales de la región. El pueblo emerge a más de mil metros de altura para ofrecer un patrimonio natural único que se caracteriza por su impresionante paisaje montañoso, de hecho, es considerado el pueblo más ato de Asturias. Además, mantiene a día de hoy la esencia tradicional de sus costumbres que se traduce, a su vez, en un rico patrimonio histórico y monumental.

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Sotres pertenece al concejo de Cabrales y gracias a su bello emplazamiento no solo invita a la contemplación y el descanso, sino también a explorar los senderos y rutas de montaña que se entrecruzan en sus alrededores, proporcionando acceso a paisajes de incomparable belleza natural. Gracias a ello se ha convertido en el punto de partida de múltiples rutas, las cuales algunas son de las más impresionantes de España.

Uno de estos senderos es el que conduce a uno de los parajes más emblemáticos de los Picos de Europa. A través de impresionantes valles y desfiladeros que brindan una imagen maravillosa, el viajero puede contemplar el conocido como pico Urriellu, popularmente denominado Naranjo de Bulnes. Se trata de una de las cimas más desafiantes y admiradas por alpinistas de todo el mundo. Estas rutas no solo ofrecen la oportunidad de disfrutar de la naturaleza en su estado más puro, sino también de practicar deportes de aventura como el montañismo y la escalada.

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Por si esto fuera poco, Sotres alberga una arquitectura tradicional que invita a perderse por sus pequeñas callejuelas. La localidad, de apenas 100 habitantes, muestra como la piedra y la madera son las protagonistas en cada una de sus casas. Estas, además, se mimetizan a la perfección con el paisaje, destacando la importancia que sus habitantes otorgan al respeto y la conservación del entorno. Este aspecto arquitectónico no solo resalta la identidad cultural del pueblo, sino que también testimonia un modo de vida adaptado a las condiciones geográficas y climáticas de la región.

Asimismo, la villa acoge un amplio conjunto de alojamientos rurales gracias a su atractivo natural. De esta forma, el viajero puede descansar en una de estas edificaciones típicas, a la vez que hace senderismo y degusta la rica gastronomía local. Esta tiene su máximo exponente en productos como el queso cabrales o el cachopo, dos manjares que llevan a la cocina asturiana a lo más alto.

Desde Oviedo, el viaje es de alrededor de 1 hora y 55 minutos por la vía A-8. Por su parte, desde Santander el trayecto tiene una duración estimada de 1 hora y 50 minutos por la misma vía.