Ubicado en el extremo oriental de la costa de Bizkaia, el pueblo costero de Ondarroa se distingue por sus impresionantes acantilados, entre los que destaca la imponente Peña del Fraile.
El municipio, compuesto no solo por su núcleo urbano sino también por los barrios de Rentería y Gorozika, refleja las características sociológicas y culturales típicas de los puertos vascos. Actualmente, el acceso directo al puerto se realiza a través del nuevo puente de Itsasaurre, diseñado por el renombrado arquitecto Santiago Calatrava.
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Qué ver en Ondarroa
En este pueblo marinero, lo moderno y la tradición se fusionan en un único espacio. Para empezar, el municipio ofrece una calurosa bienvenida a través de sus hermosos puentes. De entre todos los que enlazan las distintas áreas de la villa, destaca el Puente Viejo de piedra, que es símbolo de la localidad y que está ubicado en el emplazamiento del antiguo puente de madera del siglo XIV. Aunque en la actualidad el puente de Itsasaurre le ha quitado protagonismo.
Una vez se crucen los cinco puentes de la localidad, se accede al rincón con más encanto de este municipio: el casco histórico. Con calles estrechas y empinadas, el encanto de Ondarroa se ve acentuado por una historia marcada por la tragedia. En 1794 un devastador incendio llevó el terror a este pueblo. No obstante, las casas de los pescadores lograron resistir el paso del tiempo. Un hecho por el que el pueblo fue declarado Conjunto Monumental en 1994.
Al cruzar el Puente Viejo, que conecta con el centro, se encuentran dos edificios emblemáticos: la Capilla del Padre Eterno o Padre de la Piedad, construida en el siglo XIV como refugio para viajeros, y la Antigua Cofradía de Pescadores de Santa Clara, que hoy alberga la oficina de turismo. Junto a esta última se extiende la plaza del mercado, donde los lugareños aún acuden para vender sus productos frescos durante las mañanas.
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En el ámbito del patrimonio cultural, destaca la antigua torre de Likona, erigida en el siglo XV y considerada uno de los edificios fronterizos más antiguos de Euskadi. Cerca de allí se alza la iglesia gótica de Santa María, cuyos techos albergan una exquisita decoración con gárgolas y doce esculturas del siglo XV conocidas como Kortxeleko Mamuak.
El barrio de Kamiñazpi
El barrio de Kamiñazpi, situado en Ondarroa, es un ejemplo representativo de los numerosos enclaves en Euskadi que surgieron para acoger a los trabajadores, en este caso, de la industria marítima. Construido en la década de 1960, este vecindario permaneció en el anonimato para muchos hasta hace apenas dos años.
El origen de su revitalización se remonta al año 2022, cuando el Ayuntamiento de Ondarroa y la reconocida muralista Lian unieron fuerzas para crear un mural que reflejara la esencia del pueblo. Tras alcanzar la final en los prestigiosos premios Street Art Cities 2023 y recibir una cálida acogida por parte de los residentes, la localidad tomó la decisión de organizar una residencia de artistas. El objetivo: convertir Ondarroa en un auténtico museo al aire libre. El elevado número de visitantes que ha recibido desde entonces ha motivado a la oficina de turismo de Ondarroa a desarrollar un itinerario específico para los turistas.