Una pareja pide el reembolso de los billetes de avión por viajar durante 13 horas al lado de un perro que babeaba

Los pasajeros tuvieron que soportar también los ronquidos y pedos del animal y ahora piden un reembolso completo de sus billetes por esta mala experiencia

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Asiento de avión (Shutterstock).
Asiento de avión (Shutterstock).

¿Se imaginan viajar durante un vuelo de más de 12 horas al lado de un perro? Esto puede ser algo divertido al principio, pero a medida que se va viajando se puede volver en una verdadera pesadilla. Esto es precisamente lo que le ha pasado a una pareja de la aerolínea Singapore Airlines, la cual ha pedido que le reembolsen los billetes de avión para su vuelo de París a Singapur porque estaban sentados junto a un perro que se tiraba pedos, babeaba y “resoplaba” durante un vuelo de 13 horas.

Tal y como recoge el portal Business Insider, la “pareja dijo que compraron dos asientos en clase económica premium en un vuelo de Singapore Airlines, pero terminaron cambiando a clase económica porque estaban sentados junto al perro de otro pasajero que estuvo babeando y tirando pedos durante todo el viaje. Además, señalaron que no les informaron que iban a estar sentados junto a un perro antes del vuelo”, detallan.

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“Escuché este ruido: un fuerte resoplido. Pensé que era el teléfono de mi marido, pero miramos hacia abajo y nos dimos cuenta de que era el perro respirando”. Para colmo, la pareja tuvo que soportar al animal tirándose pedos a mitad del vuelo y a ocupar el espacio para las piernas del marido.

Un reembolso insuficiente

Todo comenzó porque el dueño del perro no podía tener al animal en el pasillo porque impedía el paso de los carritos, por lo que tuvo que pasar todo el vuelo a los pies del asiento. “Mi marido estaba en pantalones cortos y se le estaba pegando la saliva del perro en la pierna”, recoge el medio, el cual explica que “se quejaron con una azafata que finalmente les ofreció dos asientos en clase económica que habían sido reservados para el personal de Singapore Airlines”.

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La compañía aseguró a la pasajera que se comunicaría con ellos justo después de aterrizar, sin embargo, la aerolínea tardó dos semanas en ponerse en contacto con una disculpa y una oferta de dos vales de regalo de alrededor 70 €. Ante esto, la pareja respondió que no era suficiente para reflejar la diferencia en el valor del cambio de asiento, dijeron que la aerolínea tardó casi un mes en hacer una contraoferta: dos vales de viaje por valor de alrededor de 110 €, cantidad que sigue siendo insuficiente para ambos.

En una declaración a Business Insider, un representante de Singapore Airlines se disculpó con la pareja por la experiencia en su vuelo de París a Singapur. “SIA se esfuerza por notificar a los clientes que puedan estar sentados junto a un perro de asistencia antes del embarque”, recoge el medio. “En circunstancias en las que los clientes sentados junto a un perro de asistencia soliciten ser trasladados, ayudaremos a volver a sentar a los clientes dentro de la misma cabina si el espacio lo permite”.

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