Las islas Canarias son uno de los destinos más impresionantes del mundo. Su carácter volcánico tiñe de intensos colores sus tierras y otorga al territorio un patrimonio natural envidiable. Y es que no les falta nada, pues ofrece una variedad de paisajes que va desde playas paradisíacas hasta montañas y valles que parecen sacados de un cuento, ofreciendo una experiencia única para los visitantes. Entre las islas, La Palma se distingue por su belleza natural, algo que le ha valido para ganarse el apodo de ‘Isla Bonita’
Su geografía se caracteriza por espectaculares cráteres y paisajes volcánicos, accesibles a través de la conocida ruta de los Volcanes, convirtiéndola en un destino imperdible para los amantes de la naturaleza. Este sendero es uno de los más impresionantes del archipiélago, atrayendo a miles de turistas cada año que buscan descubrir todos los encantos que guarda la isla.
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Un sendero de alto nivel
La ruta completa tiene una longitud de alrededor de 23 kilómetros, sin embargo, existen varias etapas y tramos que se pueden hacer sin necesidad de completar el sendero. En este sentido, el guía turístico especializado, Romén Santos, explica a Infobae España que el sendero más común entre los turistas “va por todas las cresterías de los volcanes y la variante que suele hacer todo el mundo es de 16 kilómetros, desde el Refugio del Pilar hasta Los Canarios”.
“Seis kilómetros después se puede hacer el último tramo, que son unos 23 kilómetros y que se llega hasta el mar, hasta la punta de la isla, hasta el Faro de Fuencaliente”, detalla. Generalmente, el primer tramo suele llevar alrededor de cinco horas y media, mientras que si se decide completar la ruta entera suele ser unas ocho.
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Además, está catalogada de dificultad media-alta, pues “vas caminando sobre la ceniza, entonces cuesta salir. Los primeros cuatro o cinco kilómetros son de subida y después el resto es todo bajada. Son casi 2,000 metros de desnivel de bajada. O sea que también, pues se sufre toda la última parte”, detalla. Igualmente, el clima canario permite disfrutar de este paisaje único prácticamente durante todo el año, aunque se recomienda evitar los días más cálidos del año.
Un paisaje que quita el aliento
Durante todo el itinerario, el viajero puede contemplar la majestuosidad del paisaje volcánico que ofrece el Parque Natural de Cumbre Vieja, un paraje donde la ceniza y las coladas de lava se entremezclan con picos que alcanzan los 2.000 metros y el típico bosque de pino canario. “Es una ruta muy espectacular para la vista, son paisajes que no se ven en Europa, por lo que son paisajes bastante especiales”, detalla el guía. . Así, la ruta de los Volcanes va “va por todas las por todas las partes altas de toda la crestería de Cumbre Vieja, que es la parte dorsal volcánica que recorren todos los volcanes que salen desde el Refugio del Pilar”, explica.
De este modo, el primer gran monumento natural que se localiza es el volcán de San Juan, conocido como el Hoyo Negro. Este es la primera erupción histórica que se registró en la isla en el año 1949. Seguidamente, y sin parar de ascender, se llega hasta el Duraznero para acabar en el punto más alto de la ruta, el volcán de Las Deseadas. Gracias a sus 1945 metros es el volcán más alto de toda Cumbre Vieja, brindando unas vistas espectaculares que son las mejores de todo el itinerario.
Desde aquí, se inicia la bajada por el Llano de Guanches, siempre disfrutando del paisaje volcánico y observando algún que otro volcán, hasta llegar al bosque de pino canario. Este acompaña al viajero durante los últimos cuatro o cinco kilómetros hasta llegar al pueblo de Los Canarios. En este punto, es recomendable coger un taxi o un autobús hasta el punto de partida del sendero.
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Consejos y recomendaciones
Uno de los aspectos fundamentales a tener en cuenta es que la travesía carece de fuentes de agua, por lo que es imprescindible llevar consigo suficiente agua para todo el camino. Esto es importante, ya que en los días de calor y con la exigencia del sendero es primordial hidratarse. A esto hay que sumar una ropa y calzado adecuados, puesto que “el terreno volcánico necesita buen calzado”. Igualmente, es muy necesario también tener en cuenta el tiempo, siendo necesario consultar el parte meteorológico antes de iniciar la ruta.