Entre las montañas de Prades, al este, y la sierra del Montsant al oeste, se alza uno de los pueblos más mágicos de Cataluña. Su impresionante emplazamiento hace de él un destino rural increíble gracias a toda la naturaleza que lo rodea. Pero esto no es todo, pues a pesar de sus reducidas dimensiones, alberga un patrimonio histórico y cultural que fascina a cualquiera que visite esta localidad.
Tales son sus encantos, que en el año 2022, la entidad propietaria de Los Pueblos más Bonitos de España la propuso formar parte de su prestigiosa lista, sin embargo, esta rechazó a entrar en ella. Estamos hablando del municipio tarraconense de Siurana, una localidad llena de historia que, por si fuera poco, la revista National Geographic la ha seleccionado como el mejor pueblo para visitar este mes de marzo.
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El último reducto musulmán
Una de las principales características de Siurana es su asombrosa ubicación, pues se sitúa a más de 700 metros de altura. Esto ha marcado directamente la historia de la villa, pues durante muchos siglos fue un emplazamiento estratégico de vigilancia y un lugar casi impenetrable. Así, los musulmanes levantaron en el siglo IX una impresionante fortaleza que a día de hoy se puede apreciar a la entrada del pueblo. De hecho, durante la reconquista fue el último reducto musulmán de Cataluña en caer en manos cristianas debido a su excelente ubicación.
Existe una leyenda en torno a este acontecimiento que narra la historia de la reina mora Abdelazia, la cual “decidió quitarse la vida junto a su caballo lanzándose desde uno de los acantilados para no verse sometida a los cristianos”, cuentan desde National Geographic. Se dice que el caballo dejó una marca en la roca donde hoy se localiza el mirador conocido como Salto de la Reina Mora, una terraza desde donde apreciar unas vistas impresionantes del entorno.
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Un paseo por Siurana
Las ruinas del castillo musulmán da la bienvenida al viajero en su visita a la localidad, pues apenas quedan unos pocos restos. Esto se debe a los numerosos conflictos que ha sufrido a lo largo de su historia, como es por ejemplo la Guerra de la Independencia. No obstante, se puede apreciar su silueta donde destaca el mayor de sus torres y algunas estancias. Tras pasar la fortaleza, un pintoresco casco antiguo invita al viajero a pederse por sus estrechas y empinadas calles.
Estas muestran la arquitectura típica de la región y conducen a monumentos de gran valor como es la iglesia de Santa María. Esta fue construida tras la llegada de las tropas del rey Ramón Berenguer IV y presenta un estilo románico muy característico. “Su portal, con tímpano figurado enmarcado por tres arquivoltas de medio punto que descansan sobre columnas con capiteles, es la carta de entrada. En ella, una sola nave y un ábside semicircular son suficientes para reflejar la belleza del medievo que aún conserva intacta”, detalla la revista.
Pero los encantos de la localidad van más allá, pues su entorno natural es ideal para los amantes de deportes al aire libre como el senderismo o la escalada. De hecho, desde Siurana parten múltiples rutas de senderismo que llevan enclaves maravillosos, tales como el mirador del Salto de la Reina Mora, una de las más famosas.
A su vez, las formaciones rocosas que rodean el pueblo ofrecen más de mil rutas de escalada, atrayendo a escaladores de todo el mundo y convirtiendo a Siurana en un punto de referencia mundial para este deporte. La calidad y variedad de sus rutas, algunas de las cuales están entre las más difíciles de Europa, hacen que el lugar sea apto tanto para escaladores experimentados como para aquellos que se inician en esta práctica.
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Cómo llegar
Desde Tarragona, el viaje hasta Siurana es de alrededor de 1 hora por las carreteras T-11 y C-242. Por su parte, desde Barcelona el trayecto tiene una duración estimada de 2 horas y 5 minutos por la vía C-32 (hay peajes).