En corazón del campo de Montiel, en plena Ciudad Real, se localiza un pequeño pueblo en el que la historia y la cultura conforman un rico patrimonio. Así, a pesar de sus reducidas dimensiones, alberga una joya histórica y patrimonial que corona un conjunto monumental que recuerda en ocasiones al Vaticano. Estamos hablando de San Carlos del Valle, una villa manchega que es difícil pasar por alto gracias a la iglesia que posee.
Esto le ha valido para adoptar el sobrenombre del ‘pequeño Vaticano de La Mancha’, un apodo que hace honor a su conjunto, pero siempre salvando las distancias. El templo es el edificio más icónico de la localidad y por el cual recibe este nombre, aunque de dimensiones más modestas, pero manteniendo la esencia propia que desprende la Sede de la Iglesia.
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El Camino Real de Andalucía
El origen de San Carlos del Valle está vinculado a la reconquista territorial llevada a cabo por los reinos cristianos en la península ibérica durante la Edad Media. Esta localidad, en particular, se benefició de la repoblación del territorio, tras ser reconquistada a los musulmanes. Así, la construcción de su conjunto monumental viene dada por ser un paso fundamental en el trayecto del Camino Real de Andalucía. En ese periodo, existía en el lugar una pequeña ermita dedicada a Santa Elena del Puerto y, en su interior, una pintura con la imagen de un Cristo.
Alrededor de esta talla se creó una gran devoción, y pronto se convirtió en un lugar de devoción, desarrollándose un pequeño núcleo poblacional que fue creciendo poco a poco. No fue hasta que en el siglo XVIII, cuando Felipe V ordenó la construcción de un punto capaz de dar cobijo a los peregrinos, de ensalzar la figura del Cristo y, reflejar el poder de la Corona. Así, nació la iglesia del Santísimo Cristo del Valle, un magnífico ejemplo del barroco religioso español. Destaca por su imponente fachada, adornada con detalles escultóricos y con columnas corintias que sostienen un frontón triangular, típico del neoclasicismo
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Un conjunto único
A su vez, uno de los aspectos más destacados es la majestuosa cúpula que corona la iglesia, en la que el punto más alto llega a los 40 metros. Esta se completa con cuatro torres octogonales en las que destacan unas figuras que hacen referencia al uso festivo de la plaza que rodea al templo. Igualmente, En su interior, la iglesia alberga varias obras de arte, incluyendo un retablo mayor de gran belleza, así como diversas esculturas y pinturas que datan de los siglos XVII y XVIII.
La iglesia se localiza en la Plaza Mayor de la localidad, la cual es considerada una de las más bellas de la provincia. La plaza está flanqueada por edificios de arquitectura tradicional manchega, con sus características fachadas blancas y detalles en color ocre. De este modo, dan lugar a un conjunto monumental único que sorprende al viajero y permite disfrutar de una arquitectura manchega única.
Cómo llegar
Desde Ciudad Real, el viaje es de alrededor de 50 minutos por la carretera A-43. Por su parte, desde Albacete el trayecto tiene una duración estimada de 1 hora y 40 minutos por la vía N-430.