La joya escondida de Gaudí que está en Barcelona: un colegio del siglo XIX que recuerda a un castillo medieval

Esta construcción es una de las más desconocidas del artista y destaca por su imponente fachada

Guardar
Colegio de las Teresianas, en Barcelona (Barcelona Bus Turistic).
Colegio de las Teresianas, en Barcelona (Barcelona Bus Turistic).

Antoni Gaudí se destaca como uno de los principales exponentes del modernismo catalán de finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX. Su enfoque innovador jugó un papel fundamental en la transformación del entorno urbano de Barcelona, dejando un legado de obras emblemáticas que se han convertido en iconos de la ciudad. Entre sus proyectos más reconocidos se encuentran la Basílica de la Sagrada Familia, el Parque Güell y la Casa Batlló.

Estas construcciones no solo tienen un valor incalculable para el patrimonio arquitectónico de Barcelona, sino que también han sido distinguidas por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad, afirmando su importancia a nivel mundial. A día de hoy, su influencia en el modernismo y su legado permanente en la cultura española continua atrayendo anualmente a millones de visitantes de todo el mundo. Pero más allá de estos monumentos, a lo largo de Cataluña se pueden apreciar obras de un valor incalculable en lugares menos conocidos.

Te puede interesar: El tren temático de Madrid que lleva a uno de los paisajes más icónicos de La Mancha

De hecho, en la misma ciudad de Barcelona se ubica una de las joyas más desconocidas del artista. Se trata del Colegio Teresiano o Colegio de las Teresianas, un edificio situado en el distrito barcelonés de Sarriá-San Gervasio que muestra una perspectiva única sobre la evolución artística y espiritual de Gaudí. Además, su arquitectura sorprende al visitante, ya que puede encontrar elementos de diferentes estilos que se combinan entre sí dando lugar a una estructura única.

Parece un castillo medieval

Colegio de las Teresianas, en Barcelona (Wikimedia).
Colegio de las Teresianas, en Barcelona (Wikimedia).

Construido entre 1888 y 1889, el Colegio de las Teresianas fue encargado por la Orden de Santa Teresa de Jesús con el objetivo de expandir su institución educativa para niñas en Barcelona. Gaudí tomó el proyecto con la intención de reflejar los valores de la Orden, basados en la simplicidad, la humildad y la funcionalidad. Este enfoque se tradujo en un diseño que fusiona elementos góticos y modernistas, característico de la fase intermedia de la carrera del arquitecto.

Te puede interesar: El bonito pueblo de Francia en mitad de los Pirineos con baños termales, dos estaciones de esquí y rutas de senderismo

El edificio destaca por su fachada austera, adornada con elementos que recuerdan a un castillo medieval, como almenas y paredes de piedra desnuda, que contrastan con las delicadas formas orgánicas presentes en el interior. Gaudí incorporó innovaciones técnicas y estilísticas, como el uso de ladrillo visto y la creación de espacios dinámicos que facilitan la ventilación y la entrada de luz natural, aspectos que potencian el bienestar de sus ocupantes.

Uno de los elementos más destacados del Colegio de las Teresianas es su uso del arco parabólico, una solución estructural que Gaudí exploraría y perfeccionaría a lo largo de su carrera. Estos arcos no solo cumplen una función estética y práctica, sino que también simbolizan el puente entre la ciencia y la espiritualidad, dos ámbitos de gran importancia para el arquitecto.

¿Se puede visitar?

El Colegio de las Teresitas no recibe visitas debido a que todavía realiza la función para la que se construyó. Así, no está abierto al turismo, aunque sí es necesario contemplar la fachada exterior. En cuanto al interior, tan solo es visitable durante alguna de las jornadas de puertas abiertas que realizan a lo largo del año.

El tesoro escondido de Gaudí: una iglesia a menos de media hora de Barcelona que es Patrimonio de la Humanidad.
Guardar