La piscina natural oculta en la frontera entre España y Portugal a la que se llega por una bonita ruta de senderismo

Entre el Alto Miño y Trás-os-Montes, muy cerca de la frontera con España, se ubica uno de los paisajes más bonitos de Portugal. Este constituye uno de los destinos rurales más impresionantes del país luso gracias a sus montañas, valles y extensos prados. Entre estos parajes, el viajero puede disfrutar de infinidad de rincones mágicos que dejan con la boca abierta. Estamos hablando del Parque Nacional da Peneda-Gerês, un enclave que guarda tesoros como es el pozo azul de Gerês.

Se trata de una espectacular piscina natural que es ideal para darse un baño durante los meses más cálidos del año. Para llegar hasta ella, es necesario hacer una bonita ruta de senderismo que recorre alguno de los enclaves más bonitos de la región. Así, conforma un recorrido de alrededor de ocho kilómetros que lleva unas dos horas en completarlo, aunque si se desea se puede ampliar la distancia y conocer más lugares.

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El punto de partida del recorrido se ubica en el Miradouro das Rocas, donde el viajero puede dejar estacionado el vehículo. Desde aquí, se debe coger un camino que lleva a través de las cascadas de Arado y la montaña hasta llegar al pozo azul. El sendero está en todo momento señalizado con marcas rojas y amarillas, por lo que tiene ningún tipo de pérdida, ya que incide con el Trilho do Sobreiral da Ermida do Gerês PR14.

De este modo, durante el itinerario, el senderista se topa con puntos de interés como es la Fonte das Letras o la Fonte de Malhadoura, donde se puede hacer una parada para descansar. Desde este espacio, se debe continuar por una pista forestal alrededor de un kilómetro hasta llegar al Curral dos Portos a la izquierda y un campo amurallado de piedra a la derecha. La roca que tiene grabado ‘Tribela’ indica el caminio, el cual se debe coger el señalizado a la izquierda.

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Esta ruta desciende hasta el río Conho cruzando el Ponte das Servas y subiendo hasta una carretera forestal donde a unos 100 metros hay que seguir un camino estrecho a la izquierda. Una vez hecho esto, ya no hay pérdida, pues no existe otro camino que conduzca al pozo azul de Gerês. Una vez allí, el viajero queda asombrado con la belleza del lugar, donde las aguas transparentes invitan a darse un plácido baño durante los meses donde el calor aprieta.

Asimismo, el sendero es ideal para hacerlo en compañía de la familia y amigos, ya que no entraña mucha dificultad. A su vez, los meses de primavera y verano son, quizás, el mejor momento para disfrutar de este destino en su máximo esplendor.

Desde Oporto, el viaje hasta el Miradouro das Rocas es de alrededor de 1 hora y 45 minutos por la carretera A3 (hay peajes). Por su parte, desde Braga el trayecto tiene una duración estimada de 1 hora y 5 minutos por la vía N103.