En la cima del monte Pirchiriano, en la región de Piamonte y dominando el Valle de Susa, se ubica uno de los monumentos religiosos y culturales más emblemáticos de Italia. Su origen se remonta hace miles de años y su emplazamiento permite disfrutar de una vista panorámica que abarca desde los Alpes hasta la llanura del Po.
Estamos hablando de Sacra di San Michele, también conocida como la Abadía de San Miguel y tal es su espectacular quien en sus muros se inspiró Umberto Eco para escribir uno de sus libros más exitosos: El Nombre de la Rosa. Este majestuoso monasterio atrae cada año a miles de turistas que buscan conocer su historia y el arte que desprende. Así, se ha convertido también es un espacio lleno de espiritualidad y donde las leyendas también son partícipes de su creación.
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Una historia milenaria
La historia de la Sacra se remonta al siglo X, precisamente su construcción se inició entre el año 983 y el 987 d.C. Aunque se cree que el sitio había sido utilizado con fines religiosos desde tiempos antiguos, posiblemente como lugar de culto pagano. Asimismo alberga una leyenda en torno al arcángel Miguel, la cual dice que apareció en el año 490 en la cima del monte, marcando el inicio de la vinculación del lugar con la cristiandad. Tanto es así que ha recibido su nombre.
Desde su origen, este monasterio ha estado vinculado y custodiado por los monjes benedictinos, sin embargo, en el siglo XVII, la Sacra queda casi abandonada durante más de dos siglos. No sería hasta el 1836, cuando el “rey Carlo Alberto de Saboya, deseando hacer resurgir el monumento que más había ensalzado la Iglesia piamontesa y su casta, pensó establecer allí una congregación religiosa”, explican desde su página web. Así, un año después, se hacen cargo de la abadía los Padres Rosminianos.
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Una imponente arquitectura
En cuando a su arquitectura, la Sacra di San Michele es un testimonio del arte y la arquitectura medieval, caracterizado por su estilo románico con influencias góticas. Su construcción abarcó varios siglos, con adiciones y reconstrucciones que reflejan el paso de los tiempos. Uno de los elementos más destacados es la imponente escalinata de los muertos, flanqueada por capillas y tumbas, que conduce a la entrada principal del monasterio.Cabe destacar también el Sepulcro de los Monjes de la Sacra di San Michele, el cual se ubica en la entrada del monasterio.
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Se trata de un antiguo templo pequeño, más bien considerado una capilla de cementerio, que “probablemente era una reproducción del Santo Sepulcro, una especie de anticipación dedicada a los peregrinos del Sepulcro de Jerusalén. Su construcción, claramente de huella cristiana, se remonta al siglo X y está dedicada a San Esteban. En 1621 seguía intacta, pero en 1661 empezó a derrumbarse, hasta quedar siendo bien pronto una ruina.”, explican desde su web.
El interior del edificio es igualmente fascinante, con su nave principal que alberga el altar mayor y diversas capillas laterales dedicadas a santos y figuras religiosas. La biblioteca del monasterio es otro de sus tesoros, conservando manuscritos antiguos y documentos que testimonian la riqueza cultural del lugar.
Cómo visitarla
En la actualidad, la Sacra di San Michele es considerada patrimonio cultural de Italia y es gestionada por una comunidad de monjes benedictinos que se encargan de su mantenimiento y de recibir a los visitantes. Se organizan visitas guiadas que permiten explorar no solo la arquitectura del monumento, sino también adentrarse en la historia y espiritualidad que lo han caracterizado a lo largo de los siglos. Así, si se desea visitar este imponente monumento, es necesario conocer su horario de apertura:
- Horario de invierno, de noviembre a febrero. De lunes a sábado de 9:30 h a 16:30 h y los domingos de 10:45 h a 16:30 h.
- Horario de verano, de marzo a octubre. De lunes a sábado de 9:30 h a 17:30 h y los domingos de 10:45 h a 17:30 h.
- En agosto. De lunes a sábado de 9:30 h a 18:30 h y los domingos de 10:45 h a 18:30 h. El día 15 de agosto es de también 10:45 h a 18:30 h.
Por otro lado, el precio para la entrada general es de 8 €, mientras que la reducida es de 6 €. Por su parte, el precio de la visita guiada asciende a 10 € para la tarifa general y 8 € para la reducida.