El 4 de abril de 2015, Ilia Topuria subía al ring para afrontar su primer combate como profesional. Denia fue el escenario y el punto de partida de la apoteósica carrera del hispanogeorgiano. ¿Su rival? Francisco Javier Asprilla Martínez. Esa fue la primera victoria del actual campeón de la UFC en la categoría de peso pluma. Su oponente, sin embargo, ubicó durante un tiempo la MMA en un segundo plano para centrarse en su carrera profesional lejos del octógono. Ahora, ha vuelto a los entrenamientos con el objetivo de entrar en la UFC. “Es por lo que estoy luchando”, asegura Asprilla a Infobae España.
Originario de Venezuela, Asprilla llegó a España cuando tenía seis años. Él y su familia se asentaron en un pueblo de Burgos llamado Mijangos. Tres años después pusieron rumbo a Benavente. Fue allí donde descubrió las artes marciales. “Estaba jugando con los del barrio y se metió el balón dentro de la asociación cultural de vecinos que había en el barrio de Malvinas y yo fui a por él. Cuando entré vi una sala donde estaba entrenando mi actual maestro con un alumno de aquel entonces. Estaban haciendo Brazilian Jiujitsu, que yo desconocía lo que era, solo vi a dos personas con kimono, rodando como una pelota. Parecían monos. Me quedé impactado y se me olvidó el balón“.
Tras ello, Asprilla tenía claro que quería probar lo que le acababa de dejar obnubilado. “Desde los 18 años hasta los 35 que tengo ahora no he parado de entrenar”. Sin embargo, la primera clase que dio Asprilla fue de capoeira. “Yo no entendía nada ni sabía lo que era una cosa ni la otra, así que pensé que era así como se empezaba y luego ya me pondría el kimono y haría lo que vi”. Con el paso de los entrenamientos fue entendiendo que se trataba de disciplinas distintas y lo cierto es que pasó por todas ellas: capoeira, Brazilian Jiujitsu, grappling, MMA... Distintas modalidades que hicieron de él un luchador más completo: “Depende con quien luche, enfoco el combate más en agarres, en derribo, en proyecciones, en defensas de derribos...”.
Poco a poco fue entrando en el mundo de las MMA, aunque confiesa que al principio solo le gustaba practicarlo, sobre competir no quería ni oír hablar: “Ni loco“. Sin embargo, a medida que le dedicaba más tiempo, su mejora era notable y comenzó a picarle el gusanillo. Consiguió dar verdadera guerra sus compañeros más veteranos y decidió probar. Sus resultados fueron mucho mejores de lo esperado y decidió dar el salto a nivel profesional. Y en 2015, llegó el combate ante Topuria: “Era un combate más. No era nada especial”. Hasta ese momento, el nombre de Topuria no era conocido, nadie sabía muchos sobre aquel luchador.
En ese momento, nadie podía imaginar que el hispanogeorgiano llevaría donde ha llegado: “Era muy difícil aquella en aquel momento decir que tenía algo especial”. El combate se saldó con la victoria de Topuria. Cabe destacar que, por entonces, la MMA era algo desconocido en España. Con los años ha ido ganando prestigio y visibilidad. “Hay tres españoles en la UFC”, destaca Asprilla sobre por qué se han elevado las cotas interés en torno a las artes marciales.
El sueño de entrar en la UFC
Desde hace un tiempo, Asprilla quiere volver a entrar de lleno en ese mundo del que se desligó un poco cuando nació su hija. Quiere volver a las competiciones y sueña con entrar en la UFC: “Es por lo que estoy luchando”. Ha retomado los entrenamientos de alto nivel y ha vuelto a la competición (dos combates, dos victorias en este 2024). Los pasos los tiene claros. Primero, prepararse a nivel físico y bajar de peso para situarse cerca de su categoría. Una vez conseguido, se enfrentará a los mejores luchadores de España para ranquearse “para cuando venga la UFC tener más posibilidades de entrar”.
Para llegar a todo: entrenamiento, trabajo y descanso; ha tenido que limitar el tiempo de ocio, porque “el tiempo es el que es”, destaca. Uno de los motivos de que sea capaz de llegar a todo es su mujer: “Me apoya al 100%. Es un gran apoyo y sin ella todo este proceso no sería posible”. Respecto a su trabajo actual y el hecho de entrar en la UFC, Asprilla sopesaría cogerse una excedencia, dado que la dedicación al deporte sería más exigente y más demandante de tiempo, en especial de descanso. Una opción que le permitiría dedicarse en cuerpo y alma al deporte que tanto ama.
Una vez dentro de la UFC, asegura que le encantaría volver a combatir contra Ilia Topuria, aunque es consciente de que para que se produjera el combate necesitaría ascender muy rápido en la categoría y ni siquiera las categorías en las que compiten ambos luchadores son las mismas, dado que poseen diferentes pesos. Un factor que hace casi imposible que se volviera a repetir aquel combate de 2015.
De luchador a promotor de veladas de MMA
Actualmente, no solo se encuentra compitiendo como luchador de MMA, sino que, desde que la Federación de Castilla y León le nombró delegado de MMA, también ejerce como promotor de veladas en la comunidad. Además, da seminarios: “Mi intención es transmitir todos los conocimientos que tengo a las nuevas generaciones”. En esta tarea cuenta con el apoyo de Valladolid tanto para la organización de las veladas como para la gestión de las instalaciones. Un nuevo rol que le está dando visibilidad y que espera que le ayude a sumar puntos de cara a cumplir su sueño de entrar en la UFC.