Durante el mercado de fichajes de verano, se llevaron a cabo múltiples movimientos. La llegada de Kylian Mbappé al Real Madrid nada más comenzar el periodo estival eclipsó al resto en LaLiga y el fútbol en general. Los intentos del FC Barcelona para conseguir un acuerdo por Iñaki Williams también resonaron durante los meses de máximo calor, aunque finalmente fue Dani Olmo el que se vistió de azulgrana. El Atlético de Madrid dio la bienvenida a nuevas estrellas. Todos estos movimientos de los grandes equipos españoles opacaron el fichaje del Getafe: Christantus Uche. El futbolista nigeriano de 21 años es toda una promesa del fútbol, aunque hace tanto solo dos años que llegó a España de la mano del Moralo CP, un club extremeño de Tercera RFEF.
“Nosotros le conocimos por medio de su representante, Peter. Él me habló de este chico, nos mandó varios videos de sus partidos, los estuvimos viendo y nos pareció un jugador bastante interesante. Le hicimos los papeles de extranjería como jugador profesional y lo trajimos. Vino para nuestro filial, pero entrenaba con el primer equipo”, relata Horacio López, presidente del Moralo CP, a Infobae España. Peter fue quien descubrió a Uche cuando era tan solo un joven de 15 años. Fue él quien se encargó de buscarle un equipo para que pudiera dar el salto a Europa y llegó a un acuerdo con el club extremeño. Y lo cierto es que su desembarco en España fue triunfal. “En los dos primeros partidos ya vimos que era un jugador muy bueno. Subió al primer equipo y se hizo titular indiscutible. Fue el mejor jugador de toda la temporada”, añade López. Ese año incluso subieron a Segunda B.
La vida de Uche hasta ese momento era “muy humilde”. “Son ocho hermanos y toda su familia depende de él. Así que llegó a España con mucha ilusión porque era una salida para ellos. Llegar a Europa significa poder mantener a su familia”, destaca el presidente del Moralo CP. Esta situación no era nueva para el club extremeño, donde están acostumbrados a trabajar con talentos de distintos países. Es por ello que trataron de facilitar la adaptación del nigeriano a su nueva vida: le apuntaron a clase, le llevaron a una academia para que aprendiera castellano y le inscribieron en el gimnasio. “Yo tuve a Uche viviendo conmigo al principio de temporada y pasó la Nochebuena y Nochevieja conmigo. Nosotros somos un club pequeño, familiar, y les damos todo el cariño que podemos”, explica Horacio López.
Hasta ese momento, Uche jugaba en Nigeria y durante un tiempo subía videos de sus propios partidos a sus redes sociales. “Si ves los campos donde jugaba, con caída, cuesta arriba, con hoyos, de tierra. El cambio fue radical”. Una vez en Extremadura, Uche contaba con un salario, una vivienda que le puso el club y todos los servicios del equipo, como fisios, médicos… Su adaptación tanto deportiva como fuera de los terrenos de juego fue impecable, señala López. Y no tardó en llamar la atención de otros clubes. Un momento que desde el equipo extremeño sabían que acabaría llegando, dado que ya les había pasado con otras jóvenes promesas.
“Sabemos que estos jugadores de Tercera División no pueden llegar directamente al fútbol profesional y les buscamos un equipo como el Ceuta, que tenía un equipo en Primera RFEF”. Así fue como Uche dejó el Moralo para poner rumbo a esa ciudad. La idea inicial era que jugara con el filial, que era un club de Tercera, aunque había posibilidades de entrenar con el primer equipo. Y así fue: tras el entrenamiento decidieron que dadas sus capacidades era mejor que jugara con ellos. Una vez más, el jugador nigeriano demostró su valía durante los seis meses que vistió la camiseta del Ceuta. Después, el Getafe llamó a su puerta.
Su llegada al Getafe y a Primera División
Durante ese verano, el club azulón lo hizo oficial: Uche sería el nuevo jugador del Getafe. Sus habilidades y potencial eran precisamente lo que Bordalás estaba buscando para completar su proyecto. Horacio López afirma que sabía que llegaría lejos: “No me quiero colgar medallas, pero el primer partido que yo le vi con el filial, llamé al representante y le dije: ‘Este chico va a llegar al fútbol profesional’”. Y añade: “Es un jugador diferente a lo que ves todos los días. Era físicamente superior a todos. A veces le veía jugar y parecía un hombre jugando contra niños. Sabía que llegaría al fútbol profesional, pero no pensaba que en tan corto espacio de tiempo, porque él tiene 20 años y cuando vino aquí tenía 19. Acortó mucho el camino”.
El Getafe ha sido el primer paso, pero el presidente del Moralo asegura que tiene más ofertas porque es un jugador que está llamando mucho la atención. Además, la selección de Nigeria también está muy pendiente de su evolución y cabe esperar que le convoquen para los próximos partidos. Lo cierto es que es un jugador que todavía tiene mucho camino por delante, y Horario ya le ve en la liga inglesa: “Es un prototipo de jugador que no tiene límites, pero un fútbol que a él le vendría bastante bien sería el fútbol inglés, porque este tipo de centrocampista mediapunta, que también hace las veces de delantero, la liga inglesa le vendría a la perfección”.
Todavía le queda mucho camino por recorrer. Tiene tan solo 21 años y ha pasado en apenas dos años de jugar en Tercera RFEF a la máxima categoría del fútbol español. Está llamando la atención grandes clubes y podría acabar vistiendo la de uno español como el Real Madrid, FC Barcelona o Atlético de Madrid. Si por Horacio fuera, como colchero, declarado, le gustaría que se pusiera la camiseta de este último, pero, de momento, es la azulona la que cada domingo porta, el resto, de momento, tendrá que esperar.