El fútbol en sus modalidades inferiores es una de las disciplinas que más hay que cuidar para la formación de las nuevas generaciones. Los chavales cada vez se vinculan antes con el mundo del balón, influidos por los grandes jugadores, que son actualmente sus ídolos. El gran sueño de los más jóvenes está ligado con ser grandes estrellas mundiales que lleguen a lo más alto. Por esa razón, muchos deciden adentrarse en su aventura y hacer lo que más les gusta: jugar al fútbol. No obstante, la dificultad que conlleva llegar a la máxima élite es tal, que solo llegan unos pocos selectos.
A pesar de que lo más importante en esas edades es la diversión y el crecimiento exponencial, hay padres y madres que manchan el recorrido de hijos con actitudes y reacciones que están totalmente fuera de lugar. Ya son varios los episodios de violencia por parte de progenitores desde la grada contra entrenadores rivales o contra el mismo colegiado. El último de ellos ha ocurrido en Luynes, durante un campeonato sub-8 por una disconformidad posicional con su familiar, como publica el medio francés de La Provence.
La posición, el desencadenante de todo el conflicto
Las categorías bases son periodos en los que los pequeños futbolistas todavía están por encontrarse dentro del verde. No es la primera vez que un crío empieza desde la portería y termina siendo uno de los mejores delanteros del club. Por ello, probar en cada parcela del campo es una gran idea en esas primeras etapas para encontrar la mejor versión de cada niño, más allá del lugar donde este es feliz. Sin embargo, esto parece ser de difícil comprensión para algunos padres que no comprenden las decisiones de rotar a sus hijos de posición en el esquema.
En el caso del club Martigues, ese cambio de lugar de uno de los pequeños ha hecho que se desencadene toda una tormenta, que ha terminado con una fuerte agresión de uno de los padres sobre el monitor encargado de los chavales. El entrenador decidió poner a hasta entonces un delantero en la zona defensiva, algo que no gustó nada a su progenitor. “Avanzó hacia el educador y este le dijo que discutirían, tranquilamente, después de la reunión”, comentan los testigos allí presentes. “Él no quiso esperar, insistió y le dio un puñetazo en la cara y luego continuó en el suelo antes de ser separados”, añaden.
El club ya se ha pronunciado públicamente
Ante los hechos acontecidos en un partido amistoso donde debería primar la diversión y el deporte, la entidad ha hecho pública una serie de declaraciones. “Convocaré una reunión de la junta directiva lo antes posible, en cuanto tenga más noticias sobre lo ocurrido y veré qué decidimos”, han sido las primeras palabras de los mandatarios de la asociación FCM, Thierry Erisson.
Por otro lado, también comunican que “por solidaridad con el monitor” se suspenden los próximos entrenamientos de fútbol 5 y 8. Además, los educadores del club ya se han movilizado y amenazan con un parón indefinido para crear conciencia en un mundo donde cada vez hay menos valores. “Somos voluntarios, solo voluntarios”, desarrollan los educadores. “Nos reservamos el derecho a huelga”, añaden para buscar poner fin a estos ataques.