Habemus elecciones. El 16 de diciembre es una cita señalada en el mundo del fútbol. Una fecha marcada a fuego en el calendario: hay elecciones. Ese día se elegirá al nuevo presidente de la Real Federación Española de Fútbol. Más de un año después de que Luis Rubiales se viera obligado a abandonar la presidencia por el beso no consentido a Jenni Hermoso, el trono no ha sido ocupado. Hasta la fecha no ha habido un sustituto válido para asumir el cargo y sustituir a Rubiales. Una situación a la que pronto se pondrá fin, exactamente el 16 de este mes. Antes de que termine el año, la Federación tendrá un nuevo líder que se pondrá al mando de la institución española de fútbol.
Para conocer el motivo de que se lleven a cabo elecciones presidenciales en la RFEF es necesario remontarse a hace más de un año. Exactamente, al 10 de septiembre de 2023, día en que Luis Rubiales dimitió de su cargo como presidente de la Federación después del beso no consentido a Jenni Hermoso durante la histórica conquista del Mundial femenino de Australia el día 20 de agosto. Ese día comenzó su peor pesadilla y 21 días después se certificó su caída a los infiernos. Tan solo unos días antes, cuando llegó la suspensión de tres meses que le impuso la FIFA a Rubiales, Pedro Rocha asumió el cargo de presidente interino, pero después de que Rubiales dimitiera asumió la presidencia de la comisión gestora.
El día 3 de abril, Rocha dimitió del cargo y convocó elecciones a la presidencia. Unas urnas que terminó ganando gracias al apoyo de la mayoría de las asambleas que le otorgaron 107 avales de los 138 posibles. Fue el único que consiguió los avales necesarios. Ese mismo día, la jueza que investiga el caso Brody decidió cambiar su condición de testigo por la de imputado, debido a su participación en los contratos de la Supercopa en Arabia Saudí. Una operación detrás de la cual también se encuentra Luis Rubiales.
Por otra parte, el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) debía resolver otro expediente que pesaba sobre él: la denuncia del presidente del Centro Nacional de Formación de Entrenadores de Fútbol (CENAFE), Miguel Galán, por el incumplimiento de los plazos para convocar elecciones tras la dimisión de Rubiales. Este verano llegó la resolución, Rocha era inhabilitado por dos años. Fue entonces cuando Rocha comenzó a mover ficha y recurrió la inhabilitación con el fin de impedir la sanción y poder presentarse a las elecciones. El 28 de noviembre se hacía realidad su peor pesadilla: la Audiencia Nacional decidió desestimar el recurso, lo que impedía que Rocha se presentara a las elecciones para la presidencia de la RFEF.
Otros candidatos a la RFEF
Con Rocha fuera de juego para las urnas del 16 de diciembre, hay otros nombres que han comenzado a ganar fuerza en lucha por los avales. Rafael Louzán era uno de los nombres que mayor número de avales aglutinaban de cara a las elecciones y contaba con el apoyo de la mayoría de las Federaciones Territoriales. Sin embargo, podría echarse a un lado ante la posibilidad de que el Consejo Superior de Deportes (CSD) mueva ficha para impedir que llegue al cargo por estar condenado a siete años de inhabilitación para ocupar un cargo público por prevaricar. Lo que no se conoce es a quién le entregará los avales y apoyos con los que contaba.
Pablo Lozano es otro de los posibles candidatos, aunque su firmeza a evitar las guerras internas y su éxito en Andalucía, podrían quitarle de la ecuación. Cierra el cupo de los tres grandes candidatos, Salvador Gomar, el presidente de la Federación Valenciana. Será mañana cuando salgan a la luz los candidatos a las urnas del próximo día 16 de diciembre. De momento, estos son los nombre que más suenan para asumir el cargo que hace más de un año Luis Rubiales dejó libre al dimitir de su cargo.