El Getafe, un club con nombre propio y mucho más que ‘el hermano pequeño’ del Real Madrid

El vínculo entre el Real Madrid y el Getafe es innegable. Desde que, en el año 1983, dieran el pistoletazo de salida con el nombre que tienen actualmente, los azulones fueron creciendo bajo el ala de un gran club: el Real Madrid. Los blancos siempre han tendido su mano a su vecino del extrarradio. Y lo cierto es que ha sido bajo el aura de los de Chamartín que el equipo fue creciendo hasta asentarse en Primera, donde lleva tiempo tratando de quitarse la etiqueta de hermano pequeño del Real Madrid o filial de los blancos. Y, sin embargo, siempre ha sido un equipo que se le ha resistido a los de Chamartín. Este domingo, ambos clubes se verán las caras en el Santiago Bernabéu. Los de José Bordalás tratarán de robar los tres puntos al Real Madrid de nuevo, mientras que los de Carlo Ancelotti intentarán poner en su sitio al Getafe.

Históricamente, el equipo azulón se ha nutrido de la plantilla blanca, de esos jugadores que comenzaban a despuntar en el Castilla, pero para quienes el primer equipo blanco no tenía hueco. El Getafe se presentaba como el club perfecto para que dieran el salto a Primera División, para que dieran sus primeros pasos en la máxima categoría nacional y demostraran la pasta de la que estaban hechos. También para buscarles acomodo, mientras la plantilla del Real Madrid estaba completa. Raúl Albiol, Rubén de la Red, Roberto Soldado, Miguel Torres, Granero, Pedro León, Codina, Parejo o Borja Mayoral son algunos ejemplos de jugadores que han militado en ambos conjuntos.

El Getafe ha servido a lo largo de la historia como una especie de segunda Fábrica para el Real Madrid. Siempre han mantenido como una especie de hermandad, de vínculo que hace que el Getafe sea visto como una especie de extensión del Real Madrid en la capital. Tal es el hecho que hasta el actual presidente de los azulones reconoció hace años en una entrevista que era socio del club blanco. En concreto, el socio número 30.648.

Y lo cierto es que los jugadores y los socios no son lo único que comparten ambos clubes. Algunos de los entrenadores que han pasado por el banquillo azulón también militaron en el pasado en las filas blancas, como Quique Sánchez Flores, Míchel o Bernd Schuster.

Pero el Coliseum no es un escenario precisamente fácil para el Real Madrid. Allí se han dejado un elevado número de puntos. Y es que los azulones han sido capaces de encontrar fisuras en el equipo blanco en los momentos idóneos. A la pérdida de puntos se suma también la polémica, en especial en un partido que pasó a la historia. Fue el 21 de abril de 2009: el encuentro entre los dos equipos madrileños se encontraba ya en el minuto 86, cuando el central de los blancos Pepe agredió al delantero azulón Javi Casquero.

El defensa portugués perdió la cabeza y dio varias patadas a Casquero en la espalda. Un hecho que le costó la roja directa y provocó que se quedara sin clásico. Este partido aún se recuerda, dada la gravedad de la situación. Ahora ambos conjuntos vuelven a verse las caras en la competición liguera. Los blancos, con un inicio de Liga para olvidar, reciben a los azulones en el Santiago Bernabéu. Necesitan poner fin a esa racha de duros golpes que han ido encajando en los últimos meses, ante el club azulgrana, el Milan o el Liverpool.

El Getafe, por su parte, acaba de registrar una gran goleada en la Copa del Rey tras varias derrotas y empates en la competición doméstica. Tampoco es su mejor año, solo han visto la victoria en tres duelos desde que la temporada diera el pistoletazo de salida y se encuentran en la parte baja de la tabla, aunque fuera de los puestos de descenso. Este domingo ambos protagonizarán un duelo donde todo puede pasar, un partido completamente abierto, tanto por el contexto como por su bagaje conjunto.