El deporte de élite no se basa únicamente en lograr ser el mejor en una disciplina, sino hacer de forma limpia y justa. Durante décadas, las organizaciones antidopaje se han encargado de preservar los valores del deporte y evitar que se cometieran fraudes asociados al consumo de sustancias. Los atletas son conscientes de que pueden ser convocados para realizar un test en cualquier momento y, por ello, deben de estar siempre localizables, pero, aun así, muchos deciden tentar a la suerte.
Durante la temporada 2024, el mundo del tenis ha tenido que hacer frente a varios casos positivos de dopaje de dos de sus principales estrellas. El primero en abrir la veda fue Jannik Sinner, quien ocupa el primer puesto del ránking de la ATP, por encima de Carlos Alcaraz. El tenista italiano dio positivo por Clostebol hasta en dos ocasiones, sin embargo, acabó exonerado. Sus abogados alegaron que el traspaso de esta sustancia al deportista se había producido por el contacto con una crema que se había aplicado su fisioterapeuta.
Tras varios meses desde la primera noticia, la WTA, el circuito femenino, ha tenido que afrontar un caso similar. La tenista polaca Iga Swiatek, actual número dos del mundo y cuatro veces ganadora de Roland Garros, fue suspendido durante un mes tras fallar un control antidoping. El jueves 28 de noviembre, la Agencia Internacional para la Integridad del Tenis (ITIA) hizo pública la decisión. El positivo se remonta a agosto de 2024, un mes después de los Juegos Olímpicos. La sustancia que se detectó era trimetazidina, un medicamento relacionado con los problemas cardiacos.
Qué dice la ITIA
Pese a dar positivo, la pena que se le ha impuesto parece resultar insuficiente para algunos. No obstante, la ITIA explicó en su comunicado que la contaminación de la polaca se debió al contacto involuntario con un producto de melatonina que la jugadora tomó para reducir sus problemas de sueño. Esta hormona que la produce naturalmente el cuerpo ayudaba a reducir los efectos de los cambios horarios.
La sustancia estaba producida y comercializada en Polonia y, aunque ella no era consciente, contenía trazas de trimetazidina. Esto no estaba indicado en el etiquetado del producto. La agencia calificó el incidente de “no intencional”, por ello, la ITIA determinó que su responsabilidad era “el más bajo dentro del espectro”.
La sanción de Swiatek es retroactiva, por lo que ya ha cumplido gran parte de su suspensión. De hecho, la jugadora había sido suspendida provisionalmente entre el 12 de septiembre y el 4 de octubre, lo que le impidió participar en varios torneos importantes de la gira asiática, incluidos los WTA 1000 de Pekín y Wuhan. Actualmente, le quedan por cumplir solo ocho días de suspensión, que se extienden hasta el 4 de diciembre.
La ITIA justificó la discreción inicial sobre el caso, explicando que el control positivo no se hizo público inmediatamente debido al proceso en curso. Swiatek había apelado su suspensión provisional, lo que permitió que se levantara temporalmente hasta que se resolviera la investigación.