Mientras que la mayoría de niños y niñas sueñan con ser futbolistas, unos pocos eligen la adrenalina de la velocidad. Los deportes de motor no son plato de buen gusto para ningún padre, y menos cuando son pequeños. Pero, hay talentos que solo ven la luz cada cierto tiempo y, cuando llegan, no se puede apagar esa estela de chispas sobre la pista.
Jorge Martín se ha convertido en protagonista, aunque no por la razón correcta. Martinator, como le llaman en el mundillo, se coronó como campeón de MotoGP sobre el asfalto de Montmeló. El escenario de su triunfo debería haber sido Circuit Ricardo Tormo de Valencia, sin embargo, la DANA anegó el recinto. En 2023 se quedó a las puertas de conquistar el título, sin embargo, logró resarcirse durante su cuarta temporada en la categoría reina. La pelea mano a mano con Pecco Bagnaia mantuvo la tensión hasta el final; el italiano se impuso en Barcelona, pero no le bastó para arrebatarle el mundial a Martín.
Pese a su condecoración, es difícil encontrar una noticia sobre su victoria en medio de la lucha entre La Revuelta y El Hormiguero por ver a qué programa asistía primero. Pablo Motos será el encargado de hablar con él, por primera vez en televisión, desde que descorchó el champán, pero la historia del Terminator sobre ruedas va más allá de su última temporada.
Quién es Jorge Martín
Cuando se es pequeño, siempre se busca alguien en quien poder verse reflejado. Los que llevan un balón en los pies quieren ser Messi o Cristiano, quienes prefieren agarrar la bola con las manos sueñan son ser Pau Gasol... Pero, para aquellos que eligen disfrutar del deporte sobre ruedas, las opciones de referentes españoles son más reducidas.
Ángel Nieto, Jorge Lorenzo o Dani Pedrosa son algunos de los nombres que quedarán grabados en la historia de la MotoGP. Al igual que el de Jorge Martín. Nació el 29 de enero de 1998, en la localidad madrileña de San Sebastián de los Reyes. Su madre, Susana; su padre, Ángel; y su hermano, Javier, han sido testigos directos de como ha ido creciendo la actual estrella del motociclismo.
Aunque, tras el triunfo, el miembro de la familia que más fama ha acaparado ha sido su abuela, Julia Rubín. Con los ojos llorosos por ver a su nieto cumplir sus objetivos, pero con la sabiduría de quien ya ha vivido mucho, confesó a los medios: “Le voy a decir que tenga los pies en la tierra”. Una emoción que compartió con Rafa, su abuelo, fallecido hace tres años: “Le ha ayudado desde arriba”.
Julia es la abuela de Jorge Martín y la abuela de TODA ESPAÑA ahora mismo ❤️#SolidarityGP #MotoGP 🏁 pic.twitter.com/0o6mvSTiUn
— DAZN España (@DAZN_ES) November 17, 2024
Como la mayoría de los que se atreven con la velocidad, los primeros pasos se comienzan a dar siendo muy pequeño. Gracias a su padre comenzó a familiarizarse con las minimotos, donde ya dejó claro cuál iba a ser su camino. El madrileño formó parte de la Red Bull Rookies Cup en 2012, una oportunidad de ver a aquellos pilotos que dominarán el asfalto en unos años.
Esa misma temporada, con tan solo 13 años, descubrió las primeras pinceladas de su talento. En 2013, aparcó la moto a final de temporada, siendo el subcampeón de la copa de promoción internacional, solo por detrás de Karel Hanika. Finalmente, en 2014 se proclamó campeón.
El siguiente escalón, la Moto3, solo le acercaba un poco más a la MotoGP. Bajo el mono de Mapfre Mahindra Aspar, no firmó la mejor de sus actuaciones debido a la falta de regularidad. Durante el 2016, solo pudo pisar el podio en una ocasión, durante el Gran Premio de Brno, en República Checa. Tras finalizar el calendario, se unió a las filas de Del Conca Gresini Racing Moto3, quienes le entregaron los mandos de una Honda, con la que conquistó nueve poles y otros tantos podios.
No obstante, la auténtica explosión de Jorge Martín llegó en 2018. En ese momento levantó su primer trofeo como campeón mundial de Moto3, por delante de Marco Bezzecchi. Esto le llevó a promocionar a la categoría intermedia de la mano de Red Bull KTM Ajo, donde se subió a lo alto del cajón en Austria y Valencia. En 2020, pese a sus buenos resultados en pista, un positivo en Covid-19 eliminó cualquier opción de repetir victoria en Moto2, aunque finalizó en quinto lugar.
A toda pastilla
Aun así, su asiento en MotoGP ya estaba apalabrado. En 2021 llegó a la categoría reina gracias a Pramac Racing. Una victoria y dos podios, uno de los en su segunda carrera con los mayores, le llevaron a ser uno de los rookies (o novato) más destacado del año.
De nuevo, una cuestión de salud le apartó de ser campeón. En este caso, una caída en Portimao, en la que sufrió ocho fracturas, le llevó a perderse cuatro rondas. Aunque, a su regreso, demostró que era el mismo luchador que se había ido: un triunfo, otros tres podios y cuatro poles en su primera campaña en MotoGP™.
Mientras que la velocidad le acompañaba cada sábado, no logró completar los fines de semana con victoria, al igual que se le resistía un puesto oficial en Ducati. En 2023, se quedó a las puertas del título, que acabó cediendo Bagnaia. Hasta 2024, cuando el piloto de Pramac se llevó el título en la última carrera de la temporada, coronándose como el primer piloto de un equipo independiente en lograrlo. A partir de 2025, el madrileño circulará sobre los lomos de su nueva Aprilia.