El mundo de las redes sociales se ha convertido en una fuente de información tan poderosa como peligrosa. En la era de las fake news, de la hostilidad en internet y de los discursos de odio, todavía queda gente que aporta un poco de luz al final del túnel. Iker Ruiz del Barco, más conocido por @elefutbol, se ha hecho un hueco en TikTok gracias a sus narraciones, casi poéticas, sobre los grandes momentos de la historia del fútbol.
Su libro, La vuelta al fútbol en 80 historias, comienza con la frase “No se olvida aquello que se ama...”, como tampoco se olvida la primera jugada que te hace enamorarte de un equipo, ni aquella victoria que vuelve a reconciliarte con el club de tu ciudad. Más allá de la bolea de Zidane, ese segundo que paralizó al mundo, el momento que no se le borrará de la cabeza es “cuando el Athletic volvió a ganar la Copa del Rey, 40 años después, en el penalti ese de Berenguer. Yo creo que fue un momento muy emotivo por todo lo que supuso para el club y para la gente de mi ciudad, para el equipo de mi ciudad”, confesó a Infobae España.
Como tampoco se puede olvidar ese instante en el que sabes que lo estás logrando, que tu trabajo vale la pena. “Me quedaría con el penalti que falla Roberto Baggio. (...) Es un poco ese punto de inflexión en mi carrera también”, confesó. Un total de 1:58 minutos es lo que dura la narración sobre una de las historias más tristes del mundo del fútbol. En ese tiempo, no solo logró trasmitir la desesperación de un hombre que “murió de pie”, sino que firmó el que sería su camino de ahí en adelante.
@elefutbol Por esto a Roberto Baggio le llaman “El hombre que murió de pie” #baggio #robertobaggio #elhombrequemurodepie #ladivinacoleta #italia #mundial #copadelmundo #penalti #futbol ♬ sonido original - ELEFUTBOL
“El vídeo de Roberto Baggio, fue el video con el que yo descubrí que había empezado a hacer algo distinto, algo diferente. Ese video nace de un texto que escribí para una asignatura de locución de clase en el que teníamos que presentar un texto de actualidad. Un texto de opinión, pero de actualidad”, comentó. “Yo estaba cansado de hablar del Madrid y del Barça todo el día. Escribí un texto de Roberto Baggio y lo locuté. Yo con el profe tenía buena relación, pero me dijo ‘locutas muy bien, pero este texto no es lo que te había pedido, es una mierda’. Me lo dijo con cariño”, bromeó.
“Esa rabia que tenía dentro, la tenía que sacar de alguna manera. Decidí hacer un vídeo de esto. Era algo que nunca había hecho, la verdad, y explotó. A la gente le encantó y yo descubrí una manera de contar el fútbol que hasta la fecha no se hacía. Y, bueno, es un texto mítico mío. La gente cuando ve a Baggio lo primero que piensa es en ‘el hombre que murió de pie’, que es como yo lo bauticé. Y bueno, tenía que ser el primer capítulo de este libro”, indicó. Junto a una ilustración de ese futbolista, con los brazos en jarras, viendo como había fallado a la promesa que le hizo a su padre, arranca el primero de los 80 viajes que forman el libro.
Un abrir y cerrar de ojos
La fama en redes sociales es impredecible, hasta tal punto de irse a la cama siendo un completo desconocido y despertarse convertido en una estrella de TikTok. Algo parecido le pasó a Iker: “Al principio fue un poco complicado, yo era becario (en Jugones) cuando de repente exploté en redes sociales”.
“Imagínate, en Jugones, con Pedrerol, que es una de las caras más reconocidas del periodismo deportivo en España. Yo de repente, en dos meses, tenía más seguidores en redes sociales que él (Pedrerol). Era un poco chocante la situación, pero bueno, mis compañeros y todo el mundo lo llevamos con naturalidad. Luego me tocó elegir entre seguir allí o dedicarme a las redes”, explicó.
“Valoré mucho la libertad, el poder manejar mi tiempo como yo quisiese, el poder hablar de lo que yo quisiese en el momento que yo quisiese. La verdad, fue una grandísima decisión, a pesar de que mi experiencia en Jugones fue la experiencia profesional más útil de mi vida, en la que más he aprendido, sin duda”, añadió.
Tú que eres más... ¿De Cristiano o de Messi?
La vida de un aficionado al fútbol no se define únicamente por el escudo que se viste al pecho cada fin de semana. La gran pregunta que todo seguir del balompié se ha tenido que hacer alguna vez es... ¿Cristiano o Messi? ¿Messi o Cristiano? En un mundo en el que parece no haber más allá de los grandes nombres, algunos románticos siguen prefiriendo a sus luceros humildes, esos que eligieron jugar en el equipo de su casa y se han convertido en auténticas leyendas.
Uno de esos vídeos que, sin saber muy bien cómo o por qué se hizo viral en el abismo de TikTok preguntaba precisamente eso... tú que eres más, ¿de Cristiano o de Messi? Sin embargo, la respuesta no incluía ni al portugués ni al argentino. Desde el sofá de su casa ella decía: “De Carlos Vela en la Real Sociedad”. Junto a la canción Formidable de Stromae, esas siete palabras recorrieron el mundo dando voz a esos recuerdos que pesaban más que los balones de oro.
No obstante, la carga que ambos llevan a sus espaldas es proporcional al talento de sus botas. “Se fue Messi y no apareció nadie (todavía). Hay talentos que son irrepetibles”, escribe Iker entre sus páginas. A Cristiano también le dedicó unas palabras: “Nunca antes un estadio se había puesto de pie para ovaciones a un jugador rival (...) el balón encontró a Cristiano suspendido en el aire. (...) Hicieron posible un gol que parecía esculpido por los mismísimos dioses del fútbol”.
@elefutbol Carlos Vela en la Real Sociedad. No le gustaba el fútbol. ##carlosvela##vela##realsociedad##laliga##mexico##seleccionmexicana##griezmann##futbol##deportesentiktok ♬ sonido original - ELEFUTBOL
En ese mar de reflexiones, elegir entre papá o mamá se vuelve una tarea casi imposible. “Ese vídeo lo grabé con mi novia. Era un juego. ‘¿Oye, tú eres más de Messi o de Cristiano?’. Y, de repente, ella decía como un jugador así, completamente aleatorio, que en este caso fue Carlos Vela, un jugador mexicano”, comenzó explicando.
“A la gente le encantó eso. Y se empezó a hacer también como un trend, una moda de eso. A la gente le encantó. Y, bueno, es curioso también ver como la gente utiliza tu voz, tu audio, la voz de tu novia también, para hacer sus propios vídeos”, confesó a Infobae España. Pero, lo que no pudo desvelar era a quién prefería él: “Es como elegir entre papá y mamá. Creo que cada uno inspira cosas distintas”.
De padres a hijos
“Me enamoré del fútbol por dos cosas: por la pasición que me transmitió mi padre y por la volea de Zidane”. De padres a hijos, eso es, al fin y al cabo, el fútbol. Para muchos, estas palabras representan una realidad, una forma de conectar con esa personas que todos los domingos se sentaba en el sofá viendo la tele durante 90 minutos. No se trata de 11 jugadores dando pataditas a un balón, sino de un espacio en el que llorar, gritar de rabia, de dolor, de alegría. Son 5.400 segundos de sentir.
Su madre no se queda atrás en ese cajón de recuerdos que crean pasiones. “La música se convirtió en mi refugio, un lenguaje universal que podía entender sin esfuerzo”, escribió. Esas mismas palabras se le podrían dedicar a ese deportes que mueve montañas. Al final del camino todo se resume en sentir. Esa canción que sonaba cuando España levantó la Copa del Mundo, las notas que escuchaste al ver a tu equipo perder una final de Champions o ese himno que te acompaña hasta en el día de tu boda.
La banda sonora de la vida... Pero, ¿qué responderías si te preguntan qué suena cada vez que recuerdas esa jugada que te conquistó el corazón? “Las dos veces que he hablado de la volea de Zidane lo he hecho con una canción que se llama Congratulations, del rapero Mac Miller. Solo utilizando la instrumental, ese pianillo del inicio que me gusta. Pero, probablemente, hay una canción que es Somewhere only We know de Keane. Es una canción súper nostálgica que, en general, me recuerda todo lo que hago”, reflexionó.
“Yo al libro le pondría una canción que sería As the World Caves In. Yo la utilizo mucho en mis vídeos y a la gente le encanta. Y bueno, es un caso curioso. Fíjate, no me acuerdo ni del autor (Matt Maltés). Esta canción la hace un chico; y una chica que se llama Sara Cothran y hace como una especie de cover impresionante, súper épica y es la que yo utilizo para mis vídeos, que se hizo más famosa ella que la propia canción original”, apuntó.
Un sentimiento: el sufrimiento
Al final del viaje, las historias del camino son lo único que se quedan contigo. “Yo acabo con el texto de ‘No le digas te quiero’ porque es otra manera de decir te quiero. Siempre existe este estigma de que las personas que nos gusta el fútbol no somos románticas y es una manera de demostrar que nosotros también podemos decir te quiero directamente o a nuestra manera”, se sinceró con Infobae España.
“No le digas ‘te quiero’, mejor dile:
Eres (...) emocionante, como el gol de Iniesta,
el cabezazo de Ramos
o el penalti de Montiel.
(...)
Prometo mantenerme fuerte, pero si fracaso, no me verás morir tumbado, sino de pie como Baggio. Y si alguna vez eres tú la que cae, caeré contigo como Reus con el Dortmund.
En definitiva, te quiero como el himno antes del partido, como el balón al césped o como el hincha a su equipo”
Ese amor no acaba a los 90 minutos, a veces se alarga mucho más. Siempre quedará una prórroga que hiele estadios o unos penaltis que callen hasta a el más parlanchin. Las charlas en el bar de fuera, en el metro de vuelta a casa, en el trabajo a la mañana siguiente, todo eso es más fútbol de lo que será nunca un partido en sí mismo. Para algunos, sufrir hasta el final es lo que les hace seguir vivos.
“A mí me gusta que pasen cosas. Me gusta sufrir. De hecho, el mejor partido que he visto en mi vida es la final de Qatar (Argentina-Francia) de 2022; un partido que se va a la prórroga, que se sufre, que hay muchos goles. Me gusta, porque creo que siempre hay vida más allá de los 90 minutos. Puede ser en caso de prórroga o puede ser que el partido acabe a los 90 minutos. Pero siempre hay otro partido que se juega después, el de la reflexión, el de la alegría del que ha ganado, el de la frustración del que ha perdido, el del aprendizaje. O sea que, después de los 90 minutos, siempre hay algo más. Incluso después de la prórroga y de los penaltis, siempre hay algo más. Por eso los partidos nunca acaban en los 90 minutos”, señaló.
“Cuando el fútbol alcanza ese punto de máxima tensión, ahí es cuando aparecen las emociones más puras”. Y es que, cuando suena el pitido final, eso es lo que queda: el corazón.