Vuelven las noches de Champions. Tras el parón de selecciones, el calendario de clubes recobra la normalidad. Y el Barça de Hansi Flick busca este martes afianzar su pase a la siguiente ronda en la competición europea sin necesidad de pasar por el playoff, algo que solo es posible si finaliza esta primera fase liguera entre los ocho primeros. Será contra el Brest, donde tratará de sumar otros tres puntos que le permitan acercarse a su objetivo, aunque lo cierto es que si hay un equipo que sabe lo que es sufrir para alcanzar la gloria y sobreponerse es el equipo francés. El Brest consiguió llegar a la Champions tras superar unos inicios complicados y una quiebra.
Corría el año 1950. La pequeña localidad de Brest se encontraba derruida tras la Segunda Guerra Mundial, con cuarteles militares reinando en la zona que todavía no había sido retirados y con una población muy mermada por los bombardeos. En medio de este periodo de inestabilidad se abrió paso un nuevo proyecto: la creación del Amoricaine de Brest. Con ese nombre echó a andar, pero tras la fusión de varios clubes de la zona acabó adoptando el nombre de Stade Brestois 29. El fútbol acabó convirtiéndose en la vía de escape de los ciudadanos y el Stade Brestois acaparó el foco de atención.
El club fue ganando seguidores y ascendiendo poco a poco en las categorías del país. En los años 80 incluso consiguió colarse en la Primera División Francesa. Sin embargo, esa gloria le duraría poco y su caída a los infiernos comenzó en los años 90. Ya en el 97, se encontraba sobreviviendo en la National 2, una categoría similar a la cuarta división española. La economía del club no pasaba por su mejor momento y las cuentas comenzaron a afectar en el campo. Lejos de certificar su desaparición, el club consiguió reponerse y entre sus filas nació una estrella que le llevó hasta el éxito.
Fue durante la temporada 2003-04, cuando el Brest (como se le conoce) certificó su ascenso a la élite. Un joven Frank Ribéry de apenas 20 años lideraba al equipo hacia la gloria. Durante la campaña 2018-19 fue cuando terminó por ascender a la Segunda División Francesa. En la categoría de plata comenzó a brillar tras la llegada de Éric Roy a los banquillos en 2023, lo que les permitió ascender a primera. Tal fue su ascenso que incluso acabaron por meterse en puestos de Champions para esta temporada.
Un debut impecable en Champions
Lo cierto es que lejos quedó ese pequeño gran objetivo de tratar de sobrevivir en primera, cuando las puertas de la competición europea se les abrían de par en par. Y lo cierto es que en la competición de las estrellas tampoco ha defraudado. Su primer paso fue ante el Sturm Graz, donde se alzó con la victoria por 2-1. Después se enfrentaron al Salzburgo, con una aplastante victoria por 0-4. Tras ello, recibieron en casa al Bayer Leverkusen, donde rascaron tan solo un punto y ante el Sparta Praga, volvieron a alzarse con la gloria para certificar los tres puntos.
Ahora, tras cuatro duelos en Champions y un cómodo cuarto puesto en la tabla, que les asegura el pase a la siguiente fase, aunque sea en playoffs, deben enfrentarse al FC Barcelona, uno de los equipos más temidos de esta temporada. Desde que Hansi Flick cogiera las riendas del club azulgrana durante el verano pasado, y comenzara a dibujar en la pizarra de Montjuïc, el FC Barcelona ha dado un giro de 180 grados. Las cosas empiezan a salir, los datos les avalan y hasta la fecha hay pocos equipos que hayan registrado un inicio de temporada similar. Este martes se vivirá un duelo de titanes. El Brest viaja a la Ciudad Condal, donde tratarán de seguir ampliando su ventaja en Champions.