Los negocios de Dani Alves tras salir de prisión: representación de deportistas, gestión de derechos de imagen e inmobiliarias

El exfutbolista brasileño se encuentra en libertad condicional después de haber sido condenado a 4 años y 6 meses de cárcel por agresión sexual

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Dani Alves firma en la
Dani Alves firma en la Audiencia de Barcelona acompañado por su abogada. (Europa Press)

En los últimos años, la lista de futbolistas acusados, y condenados, por agresión sexual ha aumentado. Mientras el deporte promueve valores como el respeto, sus representantes no han sido capaces de seguirlos más allá del campo. Sin embargo, movimientos como el MeToo en el mundo de la cultura, o el SeAcabo, en el deporte, han animado a las víctimas a denunciar a sus agresores, tanto si estos son anónimos o conocidos.

Dani Alves es solo uno de los nombres en ese saco. El brasileño regresó a Barcelona en uno de los momentos más complicados a nivel institucional para los catalanes. No obstante, tras una noche de fiesta, el jugador tuvo que hacer frente a sus actos y, el 22 de febrero de 2024, la Audiencia Provincial de Barcelona lo condenado a cuatro años y seis meses de cárcel por agresión sexual. Pese a la sentencia, el 25 de marzo de 2024, el brasileño salió de la cárcel Brians 2 tras pagar un millón de euros de fianza. Ocho meses después de su salida, Alves ha movido ficha para tratar de solucionar, según él, su maltrecha economía.

A qué se dedica ahora

A la espera de la sentencia firme y de la resolución de los recursos a su condena, el deportista está tratando de sanear su economía. Desde On Economía informaron que Dani Alves se abría embarcado en un nuevo proyecto, que está directamente relacionado con el deporte. OQP Sport & Management se dedica a la gestión de derechos de imagen, asesoramiento y representación de deportistas. Según se ha dado a conocer, esta sociedad se habría constituido en abril de 2024 y con un capital social de 30.000 euros. Él sería el administrador y socio único de la organización.

Antes de constituir su nueva empresa, el lateral derecho formó parte de Flashforward, que se dedicaba al mismo sector. Estaba domiciliada en Esplugues de Llobregat y la administradora era Dinorah Santa Ana, la primera mujer del jugador. También fueron socios en Cedro Esport, que gestionaba derechos de imagen.

Por otro lado, fundó Voxtom, una plataforma donde crear eventos con el objetivo de compartirlos con amigos y descubrir todo lo que sucede a tu alrededor.“Con Voxtom tienes acceso a una experiencia práctica e intuitiva, con todas las funciones en la palma de tu mano. Organiza, comparte y disfruta del mejor de los eventos cerca de ti”, se puede leer en la página web oficial.

No obstante, la representación no es su único negocio. Pese al periodo en la cárcel y su situación actual, sigue al frente de Bahia Ilheus, un negocio inmobiliario, además, también ha estado metido en el mundo de la restauración, de la moda y de las monturas de gafas.

El ‘Caso Dani Alves’

Dani Alves llega a los
Dani Alves llega a los juzgados en Barcelona. (Nacho Doce/REUTERS)

El exfutbolista brasileño protagonizó uno de los casos por agresión sexual más mediáticos de los últimos tiempos. Mientras la versión de la víctima se mantuvo firme durante el proceso, la cual, además, coincidía con las pruebas aportadas, el jugador cambió su declaración en múltiples ocasiones.

Los jueces María Isabel Delgado Pérez, Pablo Díez Noval y Luis Belestá Segura consideraron que la narración de la víctima era cierta. En ella se acusaba al exfutbolista de haberla agredido sexualmente en los baños de la discoteca Sutton en la noche del 30 de diciembre de 2022. Los magistrados entendían que había indicios suficientes para considerar verídica la versión de la denunciante. Las lesiones en su rodilla, su comportamiento, la actuación de Alves y la existencia de secuelas en la joven fueron determinantes.

Por ello, se le condenó a cuatro años y medio de prisión, además de otros cinco de libertad vigilada, se le retiró tanto el pasaporte de España como el de Brasil y está obligado a presentarse una vez a la semana en la secretaría de la Sección 21a de la Audiencia de Barcelona. Tampoco puede acercarse a menos de 1.000 metros del domicilio de la víctima ni contactar con ella durante nueve años y seis meses. También se indicó que debía pagar una indemnización de 150.000 euros y el pago de las costas del juicio por el delito de agresión sexual.

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