España queda eliminada de la Copa Davis y Nadal certifica un amargo y temprano adiós

El de Manacor cayó en su primer duelo en individuales, pero Carlitos dio alas a España con una victoria. En dobles Alcaraz y Granollers no fueron capaces de conseguir la victoria

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Carlos Alcaraz y Granollers en la Copa Davis (REUTERS/Juan Medina)
Carlos Alcaraz y Granollers en la Copa Davis (REUTERS/Juan Medina)

Era el todo por el todo. El ahora o nunca. Los dobles decidirían si el equipo español, protagonizado por Rafa Nadal, seguía avanzando y soñando en la Copa Davis o no. Finalmente no pudo ser. A Carlitos y Granollers les comió una pista que por momentos se comieron ellos. No fueron capaces de encontrar fisura en el primer set y en el segundo, un brillo de calidad dio alas al combinado nacional, pero pronto se apagó. Y así de forma gris y amarga llegaba el final a la carrera de Rafa Nadal. Con una derrota en individuales del propio mallorquín y una en dobles, donde no fueron capaces de apagar a los neerlandeses. La música se paró antes de tiempo para certificar el final del último baile de Rafa Nadal.

Rafa Nadal era el encargado de abrir la competición para el equipo español. Enfrente, Botic Van de Zandschulp. Las gradas a rebosar y el gran protagonista de la velada listo para salir a escena. La emoción se palpaba en el ambiente, comenzaba el último baile de Rafa. El de Manacor lo intentó una y otra vez, pero no fue capaz de entrar en el duelo en ningún momento del primer set. El neerlandés tampoco estuvo especialmente brillante, pero hizo lo justo para poder ponerse por delante y llevarse el primer asalto. En el segundo comenzó a entonarse, pero ya era demasiado tarde.

La derrota acabó llegando con el 6-4. En tan solo dos sets, el neerlandés había sido capaz de imponerse a Rafa. La fiesta de la retirada de Rafa se veía empañada con una primera derrota, pero España todavía tenía mucho que decir sobre la pista. Quedaban dos oportunidades para certificar el pase a la siguiente ronda. El primer paso estaba en la raqueta de Carlos Alcaraz, que debía ganar para dar paso al cruce de dobles, donde se decidiría el pase a la final. Carlitos no falló. Y no solo eso, sino que mostró su mejor versión. Esa que hacía mucho tiempo que sacaba a relucir. Durante el primer set necesitó del tie break para llevarse el primer asalto. A partir de ese momento, cuando Rafa, tras pasar por rueda de prensa, volvía a entrar en la pista para disfrutar del partido de su compañero, el tenis de Alcaraz dio un giro de 180 grados. Todo le salía al de Murcia.

El tenista español Carlos Alcaraz (REUTERS/Juan Medina)
El tenista español Carlos Alcaraz (REUTERS/Juan Medina)

Lo del segundo set fue de otro planeta. Las derechas salían, las subidas a la red eran impecables, pero que hubo un golpe desestabilizador, fueron las dejadas a la red. En esas Alcaraz no falló, mientras el neerlandés se desesperaba al ver cómo su oponente no le daba tregua en un solo punto. Rápidamente, la balanza del set comenzó a decantarse para el lado del español. Con 2-5 en el marcador, todo parecía indicar que Carlitos había cumplido, había sido capaz de rescatar a España y permitirle jugar un duelo más en el que intentar conseguir su billete a la semifinal.

Los dobles se le resistieron a España

En el partido de dobles se jugarían el todo por el todo. Carlos Alcaraz y Marcel Granollers se medían a Wesley Koolhof y Botic Van de Zandschulp. Desde el primer momento, los neerlandeses pusieron una marcha más, mientras, Carlitos y Granollers trataron de encontrarse en la pista. Poco a poco lo hicieron, pero sus rivales no bajaron el ritmo, no dieron pie a al fallo al error. Los españoles tampoco. Así acabó llegando el inevitable tie break. Ahí ya sí, los de Países Bajos metieron la marcha y nada más comenzar rompieron el servicio a los españoles, quienes le devolvieron el golpe unos puntos más tarde. Entre roturas de servicios llegaron al 4-4. Holanda fue la que acabó por volver a romper el saque a los españoles y se llevaron el primer set.

Los nervios y la tensión comenzaron a aflorar en las filas españolas, así como en las gradas y las televisiones de los miles de espectadores que siguieron el partido a través de la pantalla. Era necesaria una remontada, era necesario dar la vuelta al marcador para poder seguir soñando en la competición, seguir avanzando en la Copa Davis y darle a Rafa una despedida digna. ¿El problema? Enfrente tenía dos férreos tenistas que no estaban dispuestos a dar ni un ápice de tregua a Carlitos y Granollers.

Ya en el segundo set, los españoles empezaron a entrar en el duelo. Empezaban a salir las cosas, los puntos, la estrategia. Alcaraz comenzaba a gustarse, quería más, quería esa remontada, esa complicada remontaba que necesitaban para avanzar a la siguiente ronda. Una vez más el set se marchaba al tie break, donde los españoles ya no tuvieron pie a la réplica. Con 2-0 en el marcador para Países Bajos, España ponía fin a su aventura en la Copa Davis y Rafa decía adiós al mundo del tenis.

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