Desde que comenzó la temporada, hay un equipo que está resonando en todos los estadios de España, se ha colado en todas las tertulias y los debates de los más futboleros, esos que ven una y otra vez los partidos de su equipo, que siguen todas las competiciones, que ven todas las repeticiones. Y no, no es el FC Barcelona (que también podría ser), sino el Racing de Santander. Los del Sardinero están registrando una temporada impecable y muchos ya les han colgado el cartel de favoritos para subir a Primera División a final de temporada. Una idea que ha ganado fuerza después de que el pasado fin de semana certificaran su séptima victoria como visitantes. Siete de siete. Todo un récord que hacía 20 años que no ocurría. “Nos están saliendo las cosas”, reconoce Andrés Martín, delantero del Racing de Santander, a Infobae España.
El equipo cántabro se encuentra a la cabeza de la tabla de la competición de plata con 33 puntos y una distancia de ocho puntos respecto al segundo en la clasificación, el Sporting. Lo cierto es que les costó entrar en faena, dado que nada más arrancar la liga acarrearon dos derrotas seguidas, ante el Almería y el Eibar, pero a partir de ese momento cogieron carrerilla y todavía no han frenado. Su único tropiezo fue ante el Cartagena, donde se dejaron los tres puntos, y ante el Albacete, que no consiguieron pasar del empate. Ambos a domicilio. En el resto de duelos pusieron la directa para llevar los tres puntos que les han permitido situarse como líderes.
“El juego del equipo es muy vistoso, muy atractivo. El míster propone una idea bastante ofensiva y eso nos ayuda a los de arriba a sacar nuestra mejor versión”, asegura Andrés Martín. El delantero considera que la clave para ellos es “ir partido a partido” y pensando en sacar los tres puntos en todos los encuentros para poder sumar todo lo posible. “Nosotros no miramos más allá del partido siguiente”, asegura. El equipo es consciente de que la mala racha llegará, afirma Martín, por ello es mejor sumar todo lo posible ahora. Y lo cierto es que uno de los protagonistas de este éxito es el delantero sevillano, quien ha firmado siete de los tantos de su equipo. “Yo simplemente quiero disfrutar cada vez que juego, cada partido y divertirme, que es lo importante en el fútbol. Si puedo conseguir los goles y asistencias como lo estoy consiguiendo, pues mucho mejor”, afirma.
Un sueño que se hizo realidad
Es la misma ilusión con la que jugaba de pequeño, cuando tenía cuatro o cinco años y ya corría detrás de un balón por las calles de su pueblo. La placita de su localidad era su campo de fútbol. “Siempre íbamos con un balón mis amigos y yo y disfrutábamos mucho”, recuerda. Como no podía ser de otra forma, comenzó en el equipo de su pueblo, el Aguadulce. “Poco a poco fui creciendo y empecé a compaginarlo con Peloteros, que es una escuela de fútbol de la Sierra Sur, que en su momento hacían excursiones a Marruecos, Italia o Portugal para hacer torneos”, relata. En uno de esos viajes fueron a Portugal, y tras hacer un gran campeonato junto a todo su equipo, Andrés se llevó un reconocimiento especial: mejor jugador y mejor gol. “Ese torneo fue una experiencia única para mí”, asegura.
Desde que era pequeño y jugaba en las calles de su pueblo, ya soñaba con llegar a ser jugador profesional. Un sueño que muchos niños tienen, pero solo unos pocos convierten en realidad. “Al final llegar es difícil, pero mantenerte aún más. Yo creo que con trabajo y perseverancia todo me ha salido bien. La verdad es que tampoco he tenido lesiones de gravedad. He tenido suerte en ese aspecto y esperemos que siga así. Realmente todavía vivo un sueño porque nunca me imaginé llegar al fútbol profesional”, explica. Lo cierto es que, como él mismo asegura, este año está jugando muy bien, aunque no sabe cuál será su mejor versión, dado que considera que todavía no ha llegado. “Yo creo que puedo dar mucho más”, afirma.
Primera División Vs. Segunda
Andrés Martín jugó en Primera División de la mano del Rayo Vallecano, ahora lo hace en la categoría de plata con la camiseta del Racing de Santander. Conoce bien ambas competiciones. “Yo creo que la calidad de los jugadores en Primera División es diferencial. Además, en Segunda División puedes fallar más, puede errar más en los pases, puede errar más defensivamente, pero Primera eso no puede suceder porque al final cualquier fallo acaba en gol”, destaca.
Puede que por ese miedo a fallar, a cometer un error que existe en Primera, cada vez se vean menos delanteros regatear al portero, o hacer una vaselina, o un detalle de calidad diferencial para tratar de mandar el balón al fondo de la red. En este sentido, el delantero del Racing considera: “El fútbol ha cambiado mucho. Hace diez o quince años el fútbol era más vistoso y menos robotizado. Antes los jugadores tenían más libertad y muchas más calle”. Y añade: “Ahora los jugadores van a academias de equipos profesionales desde pequeños, donde les automatizan un poco en ese sentido”.
Un aspecto que diferencia a Primera de Segunda son los parones por selecciones. En la categoría de plata no existen, a pesar de que sí los hay en otros países. Una cuestión a la que el delantero sevillano no encuentra explicación: “Los jugadores importantes de cada club de segunda se van y eso significa perderse uno o dos partidos, que pueden significar seis puntos que pueden ser la clave a final de temporada. Creo que eso deberían cambiarlo”.
De los infiernos de Vallecas a la felicidad en Santander
Respecto a su paso por Primera División, lejos de lo que cualquiera podría pensar, no fue como él esperaba. “Perdí un poco la felicidad en Vallecas”, confiesa Andrés Martín. “Al final cuando un jugador no juega o no le salen las cosas, pues se frustra. Creo que fue una experiencia un poco mala en ese aspecto porque no me salían las cosas. A lo mejor no estaba dando mi 100%, pero eso me afectó en el terreno de juego. Pero fue una experiencia más para aprender y corregir”, relata.
El delantero sevillano es consciente de que el Rayo fue uno de los equipos que apostó por él, fueron quienes le ficharon cuando estaba jugando en el Córdoba. Y, sin embargo, allí, en Primera, no fue feliz. Tuvo que bajar a los infiernos para poder rozar la felicidad, que llegó cuando el Racing llamó a su puerta, tras hacer un esfuerzo para que Martín pudiera vestir la camiseta verdiblanca. El tiempo no es el ideal para él, pero la afición y club le han devuelto la ilusión por ese deporte que tanto ama. “Es muy diferente a Sevilla y a mi pueblo, pero la verdad es que estoy muy contento. Me han acogido muy bien, tanto a mí como a mi novia y somos muy felices de poder estar aquí. La gente, la afición, todo es perfecto. Y todos los fines de semana en El Sardinero, ¿qué te puedo decir…?”. No encuentra las palabras para detallar ese sentimiento que Santander ha despertado en él, aunque su voz y su silencio lo dicen todo.
El agradecimiento que siente por el Racing, por Santander y por Cantabria, en general, le gustaría devolvérselo a través de un ascenso a final de temporada. Ese el sueño que tiene Andrés, poder “subir a Primera División con el Racing. Esperemos que se dé”. En caso de subir, las promesas (como suele ser habitual en este tipo de ocasiones) están descartadas para él, porque este año tiene una cita muy importante en su agenda: su boda. “Quiero ir guapete, así que no puedo hacer nada muy loco”, confiesa. Sería la guinda perfecta para cerrar la temporada: el ascenso del Racing y su boda.