Un Alcaraz entre algodones apaga la derecha de Rublev para llevarse el partido por 2-0 en las ATP Finals

El tenista español se ha impuesto por 6-3 y 7-6 ante el ruso tras recuperarse de un resfriado y de la derrota ante Casper Ruud

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El tenista español Carlos Alcaraz
El tenista español Carlos Alcaraz (REUTERS/Guglielmo Mangiapane)

Alcaraz volvió a rugir. El tenista español llegaba entre algodones o más bien pañuelos al duelo ante Andrey Rublev, después de haber registrado una derrota hacía tan solo dos días ante Casper Ruud. Ataviado con una tira nasal para poder respirar, Carlitos saltaba a la pista de Turín para volver a brillar, rugir y sacar el puño como solo él sabe hacer. Las dejadas imposibles y las subidas a la red se convirtieron en sus mejores aliados para aplacar al ruso. En tan solo dos sets se había llevado el partido con un 6-3 y 7-6 en el marcador.

Durante el duelo ante Casper Ruud, Carlitos mostró una cara nunca antes vista. El español estaba totalmente desubicado y fue arrastrándose por la pista de Turín sin ser capaz de entrar en el partido más allá de un momento relámpago en el segundo set, donde llegó incluso a ponerse por delante por 5-2. La ilusión duró poco y Ruud, punto a punto, comenzó a recortar distancias hasta poner en tablas el set y, golpes más tarde, arrebatárselo a Alcaraz sin darle opción a respuesta. El punto, set y partido llegó sin que el de Murcia tuviera ninguna opción de remontar el duelo.

En rueda de prensa confirmaron uno de los motivos de que a Carlitos no le saliera absolutamente nada: estaba enfermo. Sin desprestigiar el buen partido del noruego, pero lo cierto es que Alcaraz no se sentía bien y eso acabó influyendo en su juego sobre la pista. Durante la jornada del martes, incluso se vio obligado a suspender su sesión de entrenamiento para recuperarse y poder afrontar el siguiente encuentro, el duelo ante el ruso, en plena forma. Con una tira nasal rosa para poder respirar, Carlitos saltaba a las pistas para medirse ante Rublev e intentar sacar una victoria para poder seguir avanzando en la Copa de Maestros o, al menos, intentarlo, dado que nada le aseguraba su supervivencia.

El tenista español Carlos Alcaraz
El tenista español Carlos Alcaraz (REUTERS/Guglielmo Mangiapane)

Rublev fue el primero en servir y nada más poner la bola en movimiento, quedó evidenciado que Carlitos, aunque no estaba en plena forma, sí volvía a recuperar sensaciones. Al menos, ya no vagaba por la pista, ya no se iba arrastrando, totalmente desubicado. La rotura de saque no tardó en llegar. Con 3-3 en el marcador, Alcaraz metió una marcha más para llevarse el servicio del ruso y volver a rugir como hacía tiempo que no lo hacía. Puño al aire y grito de celebración. Un hecho que se volvió a repetir dos juegos más tarde y permitió a Carlitos llevarse el primer set con un 6-3.

Sufrir para ganar

Ya en el segundo set, el asalto, que había comenzado con la misma dinámica que el primero, comenzó a complicarse para el español. Carlitos no falló en ninguno de sus servicios, pero no era capaz de encontrar una fisura que le permitiera romper el saque a Rublev. Hasta el 2-2, los juegos fueron igualados, para pasar a un partido en el que ambos brillaban en sus saques. Sabían que era un momento crítico. Alcaraz podía llevarse el encuentro en tan solo dos sets y Rublev podía tener una opción de remontar el duelo si conseguía llevarse ese set. Tal fue la situación que se plantaron con el 6-6 sin que ninguno de los dos fuera capaz de dejar al menos que su oponente sobre la pista. Los puntos transcurrieron y el sentir sobre la pista de Turín era que el duelo se iría al tie break. Ninguno de los protagonistas daba muestra de poder romper los esquemas a su oponente. Y lo que se venía presagiando, ocurrió. La muerte súbita decidiría el encuentro.

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Nada más arrancar el tie break, Rublev perdió su servicio. Con un Carlitos por delante, parecía que la balanza del partido comenzaba a decantarse para el español. Pero la derecha de Rublev, esa que tantas veces le ha dado la victoria, entró en escena para evitar una rápida victoria de Alcaraz. El ruso todavía tenía mucho que decir y su derecha todavía tenía varios golpes que dejar sobre la pista. Con 5-3, fue Andrey quien le arrebató el saque al español e igualar el duelo. Un 9-8 en el marcador hizo que todo el estadio casi celebrara ya la victoria de Carlos. Un hecho que confirmó tan solo un instante más tarde. Punto, set y partido para Alcaraz que celebra, pero con ciertos recelos, la victoria ante el ruso. Ahora debe esperar a conocer los resultados del resto de encuentros y hacer cuentas para saber si continúa avanzando en las ATP Finals o no.

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