Este miércoles, Carlitos Alcaraz vuelve a las pistas italianas, donde deberá alzarse con la victoria si quiere seguir avanzando en las ATP Finals y, aún así, tendría complicado poder seguir en la competición debido al traspiés con Casper Ruud, que le venció por 2-0. Un encuentro en el que Alcaraz estaba totalmente desubicado debido a un resfriado. Ahora su próximo rival será Andrey Rublev, el tenista ruso con alma de español al que es uno de los más queridos dentro del circuito a pesar de su mala gestión emocional en los partidos, donde se le puede ver gritándose a sí mismo.
Nació en Moscú en el año 1997, y con tan solo tres años ya estaba haciendo sus primeros pinitos con una raqueta en las manos que no soltaba ni para dormir. Con unos padres dedicados al mundo del deporte, era difícil pensar que Rubl (como se le conoce) pudiera tener otra profesión. Su padre fue boxeador y su madre y su hermana son entrenadoras de tenis, es decir, desde siempre ha estado muy metido en ese deporte. Tras años de esfuerzos, su carrera como juvenil se disparó. Consiguió posicionarse como el número 1 del mundo y ganó Roland Garros en 2014.
Unos datos que no pasaron inadvertidos y su nombre rápidamente comenzó a sonar dentro del mundillo, pero lejos de conformarse siguió buscando retos para seguir mejorando. Fue en 2016 cuando su vida y su trayectoria dieron un giro de 180 grados al trasladarse a Barcelona y ponerse a las órdenes de Fernando Vicente, su a partir de ese momento entrenador. El técnico fue uno de los motivos de que su tenis mejorara a la par que lo hacía su trayectoria profesional. Lo cierto es que necesitaba que las cosas le salieran bien, dado que su traslado a la ciudad condal corría a cargo de sus padres.
Los frutos comenzaron a llegar tan solo un año después de su desembarco en España, cuando se alzó con el ATP 250 de Umag. El primer título en su palmarés como miembro del circuito y el inicio de su meteórico despegue en el ranking. En el año 2020, a pesar de estar marcado por la pandemia del coronavirus, fue el mejor ejercicio para el tenista ruso que consiguió levantar un total de cinco títulos. Unas victorias que le permitieron sumar los puntos necesarios para entrar en el top 10. Y no solo eso, sino que esa temporada llegó a cuartos de final por primera vez en US Open y en Roland Garros y consiguió clasificarse para las ATP Finals.
Su gestión emocional
Han sido varias las ocasiones en las que la pista ha enmudecido viendo cómo Rublev perdía los nervios. Un aspecto que él mismo era consciente de que necesitaba mejorar. En Barcelona, mientras disputaba el Conde Godó, el tenista ruso no pudo gestionar su frustración y rompió la raqueta contra el suelo. Aunque no ha sido la única vez que ha perdido los nervios. Ante Alcaraz, se golpeó con la raqueta en su propia rodilla hasta hacerse sangre. Hasta la fecha no lo ha conseguido, pero está trabajando para evitar que este tipo de situaciones sigan repitiéndose.
Una de las situaciones más complicadas fue después del Abierto de Estados Unidos. “Me estaba preparando para China y un par de días antes del vuelo necesitaba una operación que, de no haberse realizado, podría haber llevado a una amputación. Tuve mucha suerte porque dicen que solo tienes cinco o seis horas si la sangre deja de fluir y entonces es la amputación... Tuve suerte. No sé por qué dije: ‘Vamos al hospital solo para ver por qué siento una sensación extraña’”, relató en una entrevista con BetBoom Tennis.
Tras firmar de forma precipitada un documento en el que daba permiso para que le amputaran un testículo si fuera necesario, estuvo cuatro horas sometido a una operación. “Después de la operación me dijeron que podría tener suerte de estar en Shanghái. Entonces dije: ‘Bueno, si tengo suerte de estar en Shanghái, entonces existe la posibilidad de estar en Pekín’”. Y eso hizo. El mes de reposo que le habían recomendado los médicos acabó siendo unas semanas. Una situación que el tenista ruso ya se toma a risa: “Ahora me siento perfecto, todo salió bien. No sé cómo decirlo de forma inteligente, pero sí de forma divertida... Casi pierdo la pelota”.
El partido ante Alcaraz
Tras una larga trayectoria, ahora se medirá a Carlos Alcaraz en las ATP Finals. El ruso cayó ante Zverev y el español lo hizo ante Casper Ruud, por lo que ambos necesitan la victoria. Aunque lo cierto es que Carlitos no pasa por su mejor momento y llega al duelo entre antibióticos y pañuelos a causa de un resfriado. Un duelo de perdedores que no asegura a ninguno de los dos seguir vivos en la Copa de Maestros.