Cada día está más cerca el momento en el que los motores de los monoplazas de Fórmula 1 se apaguen hasta la temporada siguiente. Después del fin de semana en Interlagos, Brasil, el mundial está cada vez más apretado, situación que no ocurría desde que Verstappen le ganó la batalla a Hamilton en Yas Marinas. Los circuitos de las Vegas, Qatar y Abu Dabi esperan, pacientemente, a que les llegue su turno en el calendario, con el que se pondrá punto y final a la temporada.
En esa última parada, en el país asiático, en medio de la lucha por la copa entre el británico y el neerlandés, Fernando Alonso logró rascar un lugar en el podio. Ese tercer puesto fue solo una pista de lo que vendría después, ya que, tras su llegada a Aston Martin, el asturiano volvió a ilusionar a sus seguidores por los buenos resultados en pista. Sin embargo, el AMR24 no ha podido igualar las expectativas que su homólogo de 2023.
Desde la escudería británica han tratado de ponerle solución a los problemas de potencia y fiabilidad de su coche, aunque, sin gran éxito. El español ocupa el noveno lugar en la tabla, con 62 puntos, y su compañero, Lance Stroll, cae hasta el decimotercer lugar con 24 puntos. Pese a ello, el director técnico del equipo, Dan Fallows, quiso reconocer que el desarrollo del coche de 2024 no ha sido un camino sencillo. El ingeniero británico calificó como “caótico” el proceso de crear el monoplaza. Además, también reveló que, durante el camino, el equipo descubrió “características ocultas” que no fueron evidentes al principio.
Un camino de grava
Fallows llegó a Aston Martin en 2022, después de defender el escudo de Red Bull. En su papel como director técnico, el inglés ha tenido un papel determinante en el diseño y evolución del vehículo. En esencia, el AMR24 es una evolución del AMR23, que sí dio resultados. Mientras que en el túnel de viento, el monoplaza actual dio buenas sensaciones, estas no terminan de traducirse en pista. Los de Silverstone han pasado de luchar por los puestos de podio, a pelear por entrar en la zona de puntos.
La aerodinámica, la suspensión y el comportamiento del monoplaza no era igual en pista que en las pruebas previas. Su equipo, tras varios test y ajustes, fueron conscientes de que esas cuestiones podrían tener un efecto en el rendimiento. Esos “descubrimientos” fueron fundamentales para entender cómo circulaba el AMR24. Los de Lawrence Stroll, en vista del rendimiento, han tratado de solventar los problemas con paquetes de mejoras a lo largo del año, posiblemente, buscando encontrar las claves para 2025.
No obstante, ese cambio brusco de potencia no es una cuestión exclusiva de Aston Martin. Desde Mercedes también están teniendo problemas para llegar a los puestos que antes dominaban. Lewis Hamilton está exprimiendo su última temporada con los alemanes, y, pese haber sido el rey de la pista durante muchos años, su lugar actual no es ni la sombra de lo que fue en su día.